Constelaciones
Cráter
Origen/mitología
En la antigüedad (año 1100 a.C.), aparece en los catálogos babilónicos integrada en la constelación de Cuervo, formando el Cuervo Babilónico. El científico británico John H. Rogers observó que la constelación contigua Hydra era Ningishzida, el dios del inframundo en el compendio babilónico. Propuso que Cuervo y Cráter (junto con la serpiente de agua Hydra) eran símbolos de la muerte y marcaban la puerta al inframundo. Esta iconografía se extendió a las mitologías griega y romana.
Está relacionado con la historia del agua, que es transportada en una crátera (de ahí el nombre de la constelación1) por un cuervo que retrasa su viaje culpando a Hydra. Esta historia se describe con más detalle en la siguiente página que, casualmente por su orden alfabético, se corresponde a la constelacion del Cuervo.
El antiguo historiador griego Phylarchus escribió sobre un origen diferente para Crater. En su historia se narra que la peste estaba asolando la ciudad de Eleusa, cerca de Troya. Entonces Demiphon, su gobernante, tras consultar a un oráculo, que decretó que cada año se sacrificaría una doncella a la que se elegiría por sorteo en el que no incluía a sus hijas. Un noble, Mastusius, se opuso a que su hija entrase en el sorteo y las del gobernante no. Ante la rebelión del noble, Demiphon sacrificó a la hija del noble. Entonces Mastusius mató a las hijas de Demiphon y le dio de beber una mezcla de ella con vino al gobernante en una copa. Al enterarse, el rey ordenó que Mastusius y la copa fueran arrojados al mar. Cráter simbolizaría esa copa.
Durante la Edad Media, la ubicación de esta constelación cerca de Virgo y de la estrella Arturo inspiró, posiblemente, la leyenda del Santo Grial, según propuso en 2019 el investigador español Fernández Pousada. La palabra Grial pertenece a las lenguas romances y algunos estudios lo relacionan etimológicamente con los términos latino y griego usados para designar la copa para el vino.
* Cráter, o crátera, proviene del término latino cratēra, y este del griego kratḗr. En ambas culturas designaba a una vasija grande y ancha donde se mezclaba el vino con agua antes de servirlo.