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Constelaciones
Orión

Origen/mitología

El reconocimiento de este grupo estelar data desde la prehistoria. Se halló una representación vinculada a la constelación de Orión es una talla de marfil de mamut del Auriñaciense (tradición arqueológica del Paleolítico superior asociada a Europa los primeros seres humanos modernos) hallada en una cueva en el valle de Ach en Alemania Occidental en 1979, datándose el objeto entre los años 32.000 y 38.000 a.C.

Los catálogos babilónicos de estrellas de la Edad de Bronce citan a esta constelación como «El Pastor Celestial» o «El Verdadero Pastor de Anu (dios principal de los reinos celestiales)». En el antiguo Egipto, las estrellas de Orión eran consideradas como un dios, llamado Sah (deidad asociada a Osiris). Estaba vinculado en esa cultura a la estrella Sirio, que era conocida como Sopdet (a su vez relacionada con Isis, la esposa de Osiris). Los armenios identificaron a esta constelación con su legendario patriarca y fundador Hayk.

También La Biblia menciona a Orión en tres ocasiones, llamándolo Kesil, que se traduciría como «tonto»), sin embargo este nombre tal vez esté relacionado etimológicamente con Kislev, el nombre del noveno mes del calendario hebreo (es decir, noviembre-diciembre), que, a su vez, puede derivar de la raíz hebrea KSL (como en las palabras kesel o kisla, que significan «esperanza», «positividad» (en relación con la esperanza para las lluvias invernales). Las citas son en Job 9:9 («Él es el creador del Oso y Orión»), Job 38:31 («¿Puedes desatar el cinturón de Orión?») , y Amós 5:8 («El que hizo las Pléyades y Orión»).

Llegando a la mitología griega, Orión ya aparece en la Ilíada de Homero, descrito como una constelación junto a la estrella Sirio como su perro. En la Odisea, está cazando en el inframundo con su clava de bronce irrompible que porta en la mano derecha.​ También es mencionado como una constelación,​ como el amante de Eos, la diosa del amanecer, asesinado por Artemisa,​ y como el más hermoso de los mortales.

La leyenda de Orión fue íntegramente contada en una obra perdida de Hesíodo, pero de la que se sabe que narró al héroe como un cazador gigantesco y sobrenaturalmente fuerte, nacido de Euryale (una Gorgona —físicamente monstruosa pero deidad protectora—) y Poseidón (el dios de los mares).

En los márgenes de la copia realizada por la emperatriz Elia Eudoxia de la Ilíada hay una nota resumiendo al poeta helenístico, Euforión de Calcis, del siglo II a. C., que cuenta otra versión del nacimiento de gigante Orión en Tanagra: las tres deidades, Zeus, Hermes y Poseidón fueron de incógnito a visitar a Hirieo de Tanagra quien cocinó un buey entero para ellos. Cuando los dioses le ofrecieron concederle un deseo por su hospitalidad, Hirieo pidió tener un hijo. Los dioses tomaron el pellejo del buey, eyacularon u orinaron​ en él, y lo enterraron. Le dejaron instrucciones de que a la décima lunación​ lo desenterrara. Cuando lo hizo se encontró con un niño, a quien llamó Urión, el que orina (el participio ourion vale para eyacular y orinar).

La muerte de Orión tiene, igualmente, varias versiones aunque en la mayoría de ellas el causante directo es un escorpión con su picadura, estando las mismas narradas en el apartado «Mitología / origen» de la página correspondiente a la constelación de Escorpión. En algunos escritos es asesinado con un flechazo lanzado por Artemisa (o su análoga romana Diana) engañada por su hermano Apolo (por celos o exceso de protección).

También se ha escrito, en una de las versiones de Higino, que Orión trató de violentar a Pléyone mientras viajaba junto a sus hijas las Pléyades por Beocia. Ellas escaparon, pero Orión las persiguió durante siete años hasta que Zeus, compadecido de su huida, las elevó a los cielos.

Basado en la disposición estelar, se le muestra como el cazador que es, acompañado por sus perros, representados por las constelaciones de Can mayor y Can menor, y persiguiendo a la constelación de la Liebre, aunque a decir de Higino, a algunos críticos, como Calímaco, les parece poca presa y le representan persiguiendo al Toro, aunque no hay ninguna referencia en la mitología de esta caza taurina.

Lo que parece contrastado es que el mito de Orión es anterior a su relación con esta constelación y, de hecho, el haberle identificado con ella ha generado nuevas leyendas como la de los párrafos anteriores, basada en la disposición de estas constelaciones en el cielo.

En todo caso, la narrativa sobre Orión es muy escasa y gran parte se conserva en anotaciones de escritores posteriores basados, con una supuesta fidelidad, en los textos antiguos.

Este personaje a inspirado desde la antigüedad hasta nuestros días a artistas. Así, en el campo musical, tenemos la ópera Orión compuesta por el italiano Francesco Cavalli en 1653, la ópera también titulada Orión (o Diana Vengada) escrita por Johann Christian Bach y representada por primera vez en Londres en 1763. Hasta el grupo de rock Metallica lanzó el tema instrumental Orión el 14 de julio de 1985, perteneciente al mítico álbum Master of Puppets del citado grupo.

Independientemente de todas las representaciones antiguas de cerámicas, frisos de tumbas o bajorrelieves, ya posteriormente el historiador y matemático renacentista Francesco Maurolico (que identificó los restos de un templo de Orión cerca la actual Catedral de Mesina), diseñó una fuente ornamental construida por el escultor Giovanni Angelo Montorsoli en 1547 en la que Orión es la figura central simbolizando al emperador Carlos V tras su victoria en Túnez en 1535, siendo Orión todavía un símbolo popular de la ciudad. También se puede encontrar una estatua de bronce titulada Orión y Cedalión, fechada entre 1600 y 1611, en el Museo del Louvre fundida por el escultor francés Barthélemy Prieur

Otras referencias culturales del personaje se hallan en pinturas (como las del francés Nicolas Poussin o el austriaco Daniel Seiter) o en literatura moderna, como el poema épico de 1843 de Richard o los del poeta francés del siglo XX, René Char.