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Sistema solar

Objetos del sistema solar

El Sol Planetas enanos Planetas Cuerpos menores (CMSS) Satélites naturales Esquema

El Sol

Nuestro sistema estelar es de una única estrella, el Sol.

Sin embargo algunas hipótesis que apuntan a que el Sol tiene una estrella compañera. En 1984 se publicó en Nature la hipótesis Némesis, en la que R. A. Muller (físico, Universidad de California —EE. UU.—) exponía que en el sistema solar además del Sol había otra estrella, tal vez una enana marrón, con una órbita de cientos o miles de veces la de Plutón. Por tanto nuestro sistema solar sería un sistema binario.

Hay que tener en cuenta que, estadísticamene, no es una idea desechable, ya que al menos la mitad de los sistemas son binarios.

A esta pequeña estrella (del tamaño de Júpiter, según el autor de la teoría) la llamó Némesis, como la diosa griega de la venganza en alusión a las extinciones masivas en nuestro planeta por su acercamiento periódico (cada 27 millones de años) a la nube de Oort y la consecuente movilización de cometas hacia el sistema solar interior por su influencia gravitaconal sobre dicha nube en su paso.

Los sistemas de exploración (como IRAS, 2MASS y WISE) no han hallado nada por lo que parecen descartar que esta hipótesis sea cierta pero surgen otras con mucha analogía y que comparten la misma base científica: los elementos de la Nube de Oor presentan anomalías en sus órbitas. Estas variaciones podrían ser debidas a un objeto varias veces mayor que Júpiter y 30.000 UA. Este objeto podría ser Némesis, o el planeta 9 (también llamado planeta X) o incluso un agujero negro (por so escribí antes lo de «compañero»).

Planetas

Son ocho (conocidos): cuatro rocosos, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, dos gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno, y dos gigantes de hielo, Urano y Neptuno.

Ya en el siglo III a. C., el astrónomo y matemático griego Aristarco de Samos prsentaba un sistema solar en el que el Sol era el protagonista y el resto de planetas, incluida la Tierra, giraban a su alrededor, aunqye la teoría geocentrista imperó hasta el siglo XVI, cuando Copérnico resucitó la idea.

En el siglo XVIII la teoría heliocentrista fue plenamente confirmada con la invención del telescopio. También se comprobó que la Luna no era un planeta sino que era un satélite que orbitaba a nuestro alrededor.

Los últimos planetas fuero descubiertos en 1781 (Urano) y 1846 (Neptuno). Plutón lo fue en 1930 y mantenido como el noveno planeta hasta la aparición del Cinturón de Kuiper y sus numerosos mundos helados, lo que replanteó su categoría, siendo descatalogado como planeta finalmente.

En 2006 la UAI publicó las resoluciones de las condiciones por las que se categorizan los cuerpos del sistema solar y por las que se encuadra a Plutón dentro del grupo «planetas enanos» (igual que a Ceres, que era un asteroide). Picando se accede a ambas resoluciones de la UAI.

Las condiciones, establecidas en 2006 por la Unión Astronómica Internacional, para que un cuerpo celeste sea catalogado como planeta son:

  1. Debe estár en órbita alrededor de una estrella (en nuestro caso, el Sol).
  2. Debe tener suficiente masa para que su autogravedad supere las fuerzas rígidas del cuerpo de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (casi redonda).
  3. Debe haber despejado el vecindario alrededor de su órbita.

Estas condiciones, a pesar de ser la postura oficial, la verdad es que no tienen un respaldo unánime de astrónomos y científicos. Algunos consideran que no son premisas claras. Otros entienden que no se le ha dado importancia a la ubicación del objeto, o a la composición del mismo más que la dinámica (si limpia o mantiene en orbitas estables a sus vecinos). Algunos argumentan que no se describe el grado de redondez necesario (la definición de la UAI habla de «aproximadamente esférico») para ser considerado planeta y que, además, es difícil determinar con precisión las formas de astros lejanos.

Al final del apartado se incluye un diagrama de flujo para clasificar los objetos del sistema solar.

Satélites naturales

Hay más de 200 en nuestro sistema Solar.

Los satélires naturales, también llamados lunas por metonimia con nuestra Luna, incumplen la primera de las tres premisas de la UAI y es eso, justamente, lo que los define: orbitan planetas (u otros cuerpos celestes) en vez de al Sol. En el caso de que cumplan las otras dos condiciones se denominan planetas secundarios.

Todos los planetas, salvo Mercurio y Venus, tienen lunas, destacando Júpiter y Saturno con docenas de satélites cada uno. También planetas enanos como Plutón y Ceres, e incluso hay asteroides que presentan satélites que les orbitan.

Los hay de muchos tipos: algunos tienen atmósfera o agua bajo la superficie.

La mayoría de las lunas planetarias se formaron, probablemente, a partir de discos de gas y polvo que circulaban alrededor de los planetas en el sistema solar temprano, si bien otras son objetos formados en otros lugares y fueron capturados por la gravedad de cuerpos más grandes entrando en órbita alrededor de ellos.

Planetas enanos

En el momento de redactar estas líneas hay cinco planetas enanos reconocidos como tales (Plutón, Eris, Maemake, Haumea y Ceres), pero hay muchos candidatos conocidos (como Varuna o Quaoar del Cinturón de Kuiper), y objetos aún no estudiados en profundidad o desconocidos, para hacer engordar esta lista sustancialmente. De hecho se valora que Caronte, el satelite de Plutón, sea considerado un planeta enano y ambos un sistema planetario binario.

Un planeta enano es un cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol y tiene suficiente masa para que su autogravedad supere las fuerzas rígidas del cuerpo de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (casi redonda). Cumple por tanto, con las dos primeras premisas de «planeta», pero no ha despejado la vecindad alrededor de su órbita, que es la tercera regla.

Cuerpos menores del sistema solar (CMSS)

Según las resoluciones de la UAI citadas anteriormente, todos los objetos no incluidos en los grupos anteriores se denominan colectivamente cuerpos pequeños del sistema solar (CPSS, ó SSSB en inglés). Son por tanto los objetos que no son planetas ni planetas enanos y que orbitan directamente al Sol. También aparecen en algunos sitios como cuerpos menores del sistema solar. No se debe confundir con «planetas menores» o planetoides, una sistemática en desuso (que, además, no coincide en su ámbito con los CPSS).

Son incontables y se integran por cuatro grupos: los asteroides (incluyendo los asteroides clásicos, los troyanos y los centauros —híbridos de asteroide y cometa—), los OTN (excepto los planetas enanos del grupo —actualmente Plutón, Haumea, Makemake y Eris—), los cometas y los meteoroides.

Por una resolución de la Unión Astronómica Internacional del día 11 de junio de 2008 (por un voto) los planetas enanos transneptunianos pasaron a denominarse plutoides. Son, por tanto, cuerpos transneptunianos casi esféricos y que no han vaciado su órbita de cuerpos vecinos. Sin embargo el WG-PSN (Grupo de Trabajo para la Nomenclatura del Sistema Planetario) rechazó este término es una votación posterior, por lo que es un término muy controvertido. Hasta 2020 hay cuatro plutoides: Plutón, Eris, Makemake y Haumea.

El planeta enano Ceres no está incluido ni en el grupo de los CPSS (ya que, aunque aún se le considera en ocasiones asteroide es, por definición, un planeta enano) ni en el de los plutoides (ya que está ubicado entre Marte y Júpiter).

Esquema y Diagrama de flujo

Diagrama de flujo de la clasificación en grupos de los cuerpos celestes del sistema solar según decisiones de la OAI en 2006 (albysol).
Diagrama de Euler de los cuerpos del sistema solar (con representación artística —incluyendo alguna incorrección no sustancial— publicada por u/ZadocPaet, y aplicando modificaciones en tamaño y transparencia por albysol).