Constelaciones
Altar
Origen/mitología
En la mitología griega antigua, Ara (que proviene del latín, donde se escribe igual), fue identificado como el altar donde los dioses hicieron las primeras ofrendas y alianzas para derrotar a Crono y los titanes.
Esta constelación habría sido registrada por Arato en 270 a. C., situándola cerca del horizonte, y el Almagesto de Ptolomeo en el siglo II recoge estrellas tan al sur como Gamma Arae. Esta vista hasta γ Ara y ζ Ara dio lugar a identificarlo con la forma de un altar.
En las ilustraciones, esta constelación se representa generalmente como un sólido altar clásico con su humo elevándose hacia el sur, pero se ha representado de distintas formas según autores y épocas. Así, en un grabado en madera de 1482 basado en el del clásico Poeticon Astronomicon, atribuido con reservas a Cayo Julius Hyginus, se representa el altar rodeado de demonios. J. Bayer en 1603 describió a Ara como un altar con incienso ardiendo. Willem Blaeu, uranógrafo holandés de los siglos XVI y XVII, dibujó Ara como altar de sacrificios, con una ofrenda de animales ardiendo inusitadamente, con el humo, representado por α Ara, subiendo hacia el norte
La representación de estas estrellas como un altar también aparece en obras como «El Castillo del Conocimiento» (1556), de Robert Record, y trabajos de 1565 del poeta humanista Marcellus Palingenius.