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Constelaciones
Capricornio

Origen/mitología

Las estrellas que conforman esta constelación ya fueron identificadas, a pesar de ser una constelación tenue, desde tiempos muy remotos, siendo una de constelaciones con asociaciones mitológicas más antiguas. Se ha encontrado rastro gráfico de la misma en un sello cilíndrico de alrededor del siglo XXI a. C., y aparece en los catálogos de estrellas de Babilonia antes del 1000 a. C. Quizá la importancia que se le dio fue debida a que, en la Edad del Bronce Antiguo (del 3300 a. C al 1200 a. C.) el solsticio de invierno se producía en esta constelación1 (en la actualidad, por la precesión de los equinoccios, el solsticio de diciembre se da ahora en Sagitario).

Ya desde la Edad del Bronce Medio los sumerios la representaban, como un híbrido de una cabra y un pez; así se referían a MUL SUḪUR.MAŠ, «la Cabra-Pez», como un símbolo de su dios Enki, deidad sumeria de las Aguas, la fertilidad y de la sabiduría, posteriormente conocido como Ea y así incorporado a las mitologías acadia y babilónica.

La mitología griega lo adaptó a su dio Pan, mitad hombre mitad cabra. Cuando Gea, la madre Tierra, envió al monstruo Tifón a atacar a los dioses del Olimpo, Pan promovió la transformación de todos en animales para esconderse a la vista de los Titanes. Pan se refugió entonces en el río Nilo, convirtiendo su mitad inferior en un pez (el pez íbice). Pan, con un sonido estruendoso, ahuyentó a Tifón, que iba a matar a Zeus. En agradecimiento, este convirtió a Pan en uno de los signos del zodíaco.

Curiosamente, en la mitología griega, Cáncer es conocido como la «Puerta de los Hombres», donde las almas vuelven a la Tierra para entrar en los recién nacidos, mientras que Capricornio es conocido como la «Puerta de los Dioses», por donde las almas de los muertos regresan al cielo.

En la mitología griega esta constelación también se hace coincidir con Amaltea, la cabra que amamantó al bebé Zeus después de que su madre, Rea, lo salvase de ser devorado por su padre, Cronos. Los cuernos de la ninfa Amaltea derramaban néctar y ambrosía y cuando se le quebró uno se lo ofrecieron a Zeus, que en agradecimiento la colocó en una constelación celeste. El cuerno roto de Amaltea se transformó en el famoso «cuerno de la abundancia».

Hay varias visualizaciones de la forma de esta constelación según sus estrellas. Así, la primera forma que se vislumbra desde el hemisferio norte es un triángulo cuyos vértices son Deneb Algedi (δ Cap), Algedi (α² Cap) y ω Cap.

Ptolomeo, que incluyó a Capricornio en su listado de 48 constelaciones, conectó las estrellas de Capricornio simulando una cabra con la cola de un pez. Esta forma de ver la constelación queda reflejada en «Capricornus» (Urania's Mirror) y las estrellas se sitúan de la siguiente forma: Prima Giedi y Algiedi (α¹ y α² Cap) junto con Dabih formaban la cornamenta, π y σ Cap los ojos, ψ y ω Cap, extremidad anterior derecha flexionada, ζ Cap la tripa del rumiante, y Deneb Algedi (δ Cap), Nashira (γ Cap), μ Cap, ε Cap y κ Cap la cola enroscada del pez de Capricornio.


* El signo astrológico llamado Capricornio todavía se usa para denotar la posición del solsticio y la latitud del sol. Así, la posición más al sur sigue llamándose Trópico de Capricornio, término que también se aplica a la línea de la Tierra en la que el sol está directamente sobre nosotros al mediodía local del día del solsticio de diciembre.