Planetas
Marte
A fondo
Evolución de Marte desde un inicio cálido y húmedo, con océanos capaces de albergar vida hasta el mundo frío y árido que conocemos hoy. La nave que se ve al final es la MAVEN, cuya función es relacionar el escape de la atmósfera al espacio con la evolución del clima marciano. Debe recordarse que los «4 billones de años» que se leen en el vídeo debe entenderse como 4.000 millones de años (NASA/GSFC).
Marte, el cuarto planeta del sistema solar, está algo más alejado del Sol que la tierra pero su órbita es semejante a la nuestra. De igual modo su rotación tiene una duración parecida a la de la Tierra (un día marciano solo se diferencia en menos de 40 minutos del terráqueo).
Marte no es solo más pequeño que la Tierra, sino que, también, en menos denso (3,9 g/cm3) que esta (5,5 g/cm3). Por ello allí la gravedad es casi tres veces menor (3,7 m/s2).
Sus polos están helados, estando uno siempre iluminado y el otro a oscuras. Por ello la atmósfera se congela en bloques de hielo de CO2. El hielo de los glaciares permanentes es, sin embargo, de agua.
Hace miles de millones de años, cuando el planeta rojo era joven, parece haber tenido una atmósfera densa que era lo suficientemente cálida como para soportar océanos de agua líquida, un ingrediente fundamental para la vida. Sin embargo se pasó de un clima cálido y húmedo a uno frío y seco, secándose los lagos se secan, mientras que la atmósfera pasa gradualmente de un cielo azul parecido a la Tierra a los tonos rosados y bronceados que se ven hoy en Marte.
Marte perdió su magnetosfera hace 4.000 millones de años por lo que los vientos solares arrasaron su atmósfera. En la actualidad es un 96% de CO2. En Marte sucede al revés que en la Tierra: el cielo es rojizo y los atardeceres azules.
Extracto del vídeo «85 Imágenes orbitales de Marte UHD 4K - Lo mejor de 2020» (acelerado 4x y silenciado) que muestra una fabulosa selección de imágenes de Marte captadas durante 2020 por los orbitadores de reconocimiento de Marte de la Nasa y Mars Express de la Agencia Espacial Europea. Las imágenes, de la Cámara Hirise, están procesadas con la técnica de «color mejorado», usado para facilitar la diferenciación entre los diversos materiales de la superficie marciana. Recomiendo ver el vídeo (en el link picando aquí) en YouTube para una mejor calidad de imagen y con un fondo musical muy apropiado (crónicas marcianas).
El color de la superficie es rojizo y marrón. Hasta bien entrado el siglo XXI se consideraba que este color se debía al óxido de hierro de la hematita predominante en sus rocas y polvo como consecuencia de interacciones de la superficie seca con la atmósfera. Sin embargo, un grupo internacional de investigadores ha aportado una hipótesis alternativa para este color rojo tras examinar los datos proporcionados por orbitadores y róveres en el planeta: proponen que este color ocre no es debido a la hematita, sino a la ferrihidrita. Su estudio, financiado, entre otros, por la NASA y la ESA, fue publicado en un artículo («La detección de ferrihidrita en el polvo rojo marciano registra antiguas condiciones frías y húmedas en Marte») en febrero de 2025 en la revista Nature. Este hecho, de ser cierto, tendría mucha relavancia, ya que este mineral se forma en ambientes acuosos, lo que contribuye a la teoría, cada vez más generalizada, de que Marte tuvo un pasado mucho más húmedo del que se creía. La confirmación definitiva de esta teoría llegará con el examen de las muestras del planeta rojo, cuando se puedan traer a la Tierra.
La atmósfera de Marte está formada principalmente por dióxido de carbono y es muy pobre, por lo que deja perfectamente visible su superficie y el color rojizo de esta, salvo en las zonas polares, que está teñida de blanco por el hielo.
En cuanto a la temperatura media en la superficie, que ha sido tomada en el lugar de aterrizaje de la misión InSight de la NASA, es de -62 °C. El viento arroja una media de 24 km/h. En la atmósfera este viento es mucho mayor provoca inmensas tormentas de arena, apreciables desde el espacio.
En cuanto a los resplandores en el aire se ha buscado la respuesta, opinando los científicos que son reacciones fotoquímicas que se producen en la atmósfera.
En el ecuador se encuentra el cañón llamado Valles Marineris (el Valle de los Marineros). Su nombre es un homenaje a la sonda de la NASA Mariner 9 que lo fotografió en su vuelo orbital de 1971-1972. Es diez veces más largo, siete veces más ancho y siete veces más profundo que el Gran Cañón del Colorado, extendiéndose por una longitud de 4.800 km (algo mayor a la de Estados Unidos de California a Nueva York). Es la hendidura más grande de todas las conocidas en el sistema solar. En su parte más ancha tiene 320 km, y 7 km en su zona más profunda.
En este cañón, en diciembre de 2021, el orbitador ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO), proyecto conjunto ESA-Roscosmos, encontró una cantidad inusualmente alta de hidrógeno. Esta abundancia de moléculas de hidrógeno parece ser un indicio de la existencia de un gigantesco «oasis» oculto en el corazón del valle marciano. La mayor presencia de agua estaría cercana a la superficie de Candor Chasma, uno de los cañones más grandes de Valles Marineris. El depósito sería del tamaño de Extremadura, aproximadamente.
El otro accidente geográfico que destaca de Marte es el Olympus Mons (Monte Olimpo), que es el volcán más alto del sistema solar. Se eleva, en su parte central, unos 22 km (el triple que la altura del Everest). La extensión de su base es del tamaño de Ecuador. Es ligeramente más bajo que la montaña más alta del sistema solar, que está en el asteroide Vesta y mide 23 km).
Marte tiene volcane algunos de los cuales han generado temblores. La actividad volcánica ha sido masiva en Marte, aunque parece actualmente extinta.
Animación que muestra la interpretación de un artista de la estructura interior de Marte (JPL-CIT, NASA).
En cuanto a su interior, tres artículos publicados en Science el 22 de julio de 2021 basados en los datos del sismómetro de InSight han proporcionando detalles sobre la profundidad y composición de la corteza, el manto y el núcleo de Marte, incluida la confirmación de que el centro del planeta está fundido. Se ha podido comprobar con bastante certeza, gracias a los registros de la citada misión InSight, que el núcleo es grande (más de lo que se había estimado anteriormente), líquido, no muy denso. La oscilación del planeta a medida que gira ha proporcionado datos sobre el núcleo. Tiene un radio de unos 1.830 kilómetros (entre 1.790 y 1.870 km).
Los investigadores han elaborado un mapa 3D de Marte utilizando datos de dos tipos diferentes de ondas sísmicas: las transversales y las de compresión Por la manera en la que las ondas sísmicas se reflejaban en el núcleo, concluyeron que está hecho de níquel y hierro líquido y elementos ligeros (como azufre, oxígeno o hidrógeno).
El manto no es tan caliente comno se presuponía. Se extiende 1.560 kilómetros por debajo de la superficie. La corteza parece ser menos gruesa y menos densa de lo esperado, con dos o tres subcapas. Llega a una profundidad de 20 kilómetros (si hay dos subcapas) o 37 kilómetros (si hay tres).
Marte no tiene placas tectónicas pero sí está sometido a fuerzas tectónicas debidas a varios factores distintos a fuerzas de placas, como el calor del manto que calienta el fondo de la corteza agrietándola, la corteza se puede separar en algunas zonas a medida que el planeta se enfría y se encoge enfriamiento, etc.