Objetos del Cielo Profundo: tipos
Nebulosas
En el espacio interestelar hay enormes masas de gas (principalmente hidrógeno y helio) y polvo interestelar que reciben el nombre de nebulosas. Las nebulosas se localizan en los discos de las galaxias espirales y en cualquier zona de las galaxias irregulares, pero no se suelen encontrar en galaxias elípticas puesto que éstas apenas poseen fenómenos de formación estelar y están dominadas por estrellas muy viejas. En principio se subdivien en dos grupos, las nebulosas oscuras y las nebulosas brillantes.
Las nebulosas oscuras son nebulosas de absorción y no emiten luz. Se detectan en el espacio como una mancha oscura y no se localizan estrellas a su alrededor. La nebulosa oscura más conocida es la Cabeza de Caballo (IC 434), en la constelación de Orion. En el hemisferio sur está la famos Saco de Carbón (C 99), en la Cruz del Sur.
Entre las nebulosas brillantes, a su vez, podemos hacer otra subdivisión:
Las Nebulosas de emisión, que son de color rojizo y emiten luz propia. El gas que compone la nebulosa brilla como consecuencia de la excitación que sufre por la intensa radiación ultravioleta de estrellas vecinas masivas y calientes. La fuente de luz puede estar asociada bien a la formación de estrellas muy jóvenes (incluso en proceso de formación), masivas y muy calientes, o bien, estar asociada a estrellas moribundas o ya fallecidas, denominándose entonces nebulosas planetarias.

Los ejemplos mejor conocidos de nebulosas de emisión asociadas a estrellas muy jóvenes en proceso de formación son la Nebulosa de Orión (M42), la Nebulosa del Águila (M16), en Serpens, y la Nebulosa Trífida (M20), en Sagitario.
Las nebulosas planetarias son, en realidad, los restos de la muerte de una estrella. En este caso la nube está formada por las capas exteriores de la atmósfera de una estrella de masa baja o intermedia que ha finalizado su ciclo de evolución o restos de supernova, siendo el material liberado en la titánica explosión de supernova que pone fin a las estrellas de alta masa. Las más conocidas son la Nebulosa del Anillo (M57), en Lira, la Nebulosa del Cangrejo (M1) en Tauro, y la Nebulosa Ojo de Gato (NGC 6543), en Dragón.
Las Nebulosas de reflexión, que son de color azulado y no emiten luz propia, sino que la reflejan de objetos muy brillantes cercanos. Se encuentran, por lo general, en zonas donde hay muchas estrellas de gran luminosidad y grandes nubes de polvo. La nebulosa más llamativa de este tipo es la Nebulosa de Mérope (NGC 1435), en el famoso cúmulo de las Pléyades (M45), en Tauro).