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Satélites Naturales
de Neptuno

Lunas de Neptuno

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Proteo

Imagen del satélite Proteo (1989N1) de Neptuno obtenido el 25 de agosto de 1989 desde 146.000 kilómetros. La resolución es de, aproximadamente, 2,7 km por par de líneas (Voyager 2, NASA).

Proteo es la segunda mayor luna de Neptuno y la más grande de las lunas progradas regulares de Neptuno, con un tamaño de superficie casi igual al área de la superficie de España. Sin embargo es tan oscuro que, a pesar de su gran tamaño, solo se descubrió cuando la Voyager 2 se aproximó en 1989 y Stephen Synnott pudo identificarlo en las fotografías de la nave de inicios de junio de ese año.

Su descubrimiento fue anunciado por Bradford A. Smith y el citado S. Synnott el 7 de julio de 1989, mientras que Nereida había sido descubierta 33 años antes con telescopios terrestres a pesar de ser un 20% más pequeña (la mitad de volumen que Proteo).

Proteo es uno de los objetos más oscuros de nuestro sistema solar. Al igual que Febe, la luna de Saturno, Proteo refleja solo el seis por ciento de la luz solar que lo incide.

Además de la dificultad para haberlo podido ver desde la tierra por su lobreguez, hay que añadir la enorma distancia a la que se encuentra de nosotros (a unos 4.500 millones de kilómetros). Y por si todo ello fuera poco, hay que contar con que Proteo está lo suficientemente cercano a Neptuno como para que el resplandor de este le camufle.

El color de su superficie es neutro, lo cual se sabe porque la reflectividad no sufre variaciones importantes con la longitud de onda de violeta a verde. En el rango del infrarrojo cercano (con una longitud de onda de 2 μm), la superficie de Proteo se vuelve menos reflectante, lo cual da indicios de una posible presencia de compuestos orgánicos complejos como hidrocarburos o cianuros, que son los que pueden estar generando el bajo albedo de las lunas neptunianas internas.

Aunque se cree que Proteo contiene cantidades significativas de hielo de agua, no se ha detectado espectroscópicamente en la superficie.

Comparativa de Proteo frente a Mimas, que a pesar de ser más pequeño es más esférico (Albysol).

Proteo es una luna ligeramente no esférica, y se cree que está justo en el límite del máximo de masa que puede tener un objeto antes de que su gravedad lo empuje a su esfericidad. Mimas (Saturno) tiene menos masa y sin embargo es elipsoidal (esto es, más esférica que Proteo). Ello puede deberse a que tienen una mayor temperatura, por su proximidad a Saturno, o al calentamiento de las mareas.

Proteo, sin embargo, tiene la forma de un poliedro irregular con varias caras planas o ligeramente cóncavas que miden de 150 a 200 km de diámetro. Posiblemente sean cráteres de impacto degradados. Tiene desviaciones, respecto a la esfericidad, de hasta 20 km.

Proteo, con sus 420 km de diámetro medio, es el cuerpo irregular más grande del sistema solar, mayor incluso que Febe, de Saturno, y Nereida, como vimos antes. Esta forma irregular es indicativo de que ha sido un cuerpo frío y rígido a lo largo de su historia.

Imagen de Proteo (arriba) orbitando Neptuno (en color natural). También se ven Larissa (abajo a la derecha), Despina (centro a la izquierda) y Galatea (a la izquierda). Los datos de esta imagen se tomaron con el Hubble el 29 y 30 de abril de 2005 (NASA, ESA, E. Karkoschka y H. Hammel).

Está está lleno de cráteres de impacto, pero sin signos de actividad geológica. Algunos tienen diámetros entre 50 y 100 km aunque la gran mayoría son más pequeños.

El cráter más grande de Proteo es Pharos, de unos 240 km de diámetro, lo cual es más de la mitad del radio de toda la luna, y una profundidad de 15 km (el doble del tamaño del monte Everest). Pharos tiene un pico central en su base de unos pocos kilómetros de altura. Su nombre es el de la isla donde reinó el dios Proteo. Es el único accidente geológico con nombre oficial.

También hay una serie de escarpes, surcos y valles relacionados con grandes cráteres. El surco más prominente se abre paralelo al ecuador, al oeste de Pharos. Todas estas características geográficas se formaron, probablemente, como resultado de impactos gigantes o bien debido a las tensiones de las mareas de Neptuno.

Es ligeramente menos denso (1,3 g/cm3) que Nereida (1,5 g/cm3), pero en general muy parecida a la de las lunas interiores (Galatea, Larisa,...). Su gravedad es 140 veces menor a la de la Tierra.

Es probable que no tenga origen común con Neptuno: podría haberse formado más tarde, a partir de la agregación de los escombros formados cuando se capturó el satélite neptuniano Triton.

Proteo debió, en un principio, orbitar a una mayor próximidad de Neptuno que la actual. Se ha estimado que las interaciones de marea le alejaron unos 8.000 km. Durante esta migración las colisiones han formado grandes cráteres e incluso han debido expulsado fragmentos de Proteo en órbita alrededor de Neptuno. De hecho es muy probable que una colisión de Proteo con otro objeto (posiblemente un cometa) haya sido el origen de la luna más pequeña de Neptuno, Hipocampo, vecino orbital de Proteo (a tan solo 120.070 km), con la milésima parte de la masa de Proteo, descubierta en 2013.

Ubicación de Proteo e Hipocampo, en comparación con los anillos de Neptuno y otras lunas interiores. Los tamaños relativos de las lunas son precisos, sin embargo las lunas se han agrandado, con respecto a sus órbitas, en un factor de 20, para resaltar el diminuto tamaño del hipocampo. Barra de escala: 10.000 km (imagen aparecida en el artículo «A new moon for Neptune», de la revista Nature).

Por tanto se podría decir que Proteo (y el resto de lunas de Neptuno) son de segunda generación, por reconstrucción de los escombros tras el desastre generado por la captura de Tritón, e Hipocampo sería un satélite de tercera generación.

Su órbita es prógrada y se mantiene cerca del plano ecuatorial de Neptuno, con una inclinación de unos 0,5 grados respecto a dicho plano. Es una órbita casi circular. Su distancia al gigante de hielo es cuatro veces menor que la de la Luna a nuestro planeta. Si a esto le sumamos que en Neptuno cabrían 58 Tierras, podemos hacernos una idea de lo descomunalmente grande que se debe ver este planeta desde Proteo

Proteo está bloqueado por mareas con Neptuno y gira sincrónicamente con su movimiento orbital (el mismo lado siempre apunta a Neptuno).

Es posible que Proteo haya estado en una resonancia orbital 1:2 de Larissa (Proteo recorre una órbita por cada dos órbitas hechas por Larisa). Debido a la migración de las mareas hacia el exterior de Proteo en el pasado, las resonancias orbitales de Proteo y Larisa ya no están en efecto. El cese de su resonancia orbital con Larisa ha debido producirse hace cientos de millones de años.

Recibió la nomenclatura temporal de S/1989 N1 hasta que, el 16 de septiembre de 1991, se le dio el nombre del dios del mar que cambia de forma, de la mitología griega. Proteo también se conoce como Neptuno VIII.