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Siglo XXI

En el siglo XXI, el 8 de agosto de 2001, se lanzó la sonda Génesis, la quinta nave espacial de la clase Discovery, con dos instrumentos científicos: el Solar Wind Ion Monitor y el Electron Monitor. Se envió al punto de Lagrange Sol-Tierra (el L1) con el objetivo de recolectar muestras del viento solar y traerlas a la Tierra. Para ello contaba con un dispositivo de recolección, fijado dentro de la cápsula de retorno de muestra, formado por una pila de cuatro bandejas metálicas circulares, una que estaría expuesta continuamente y las otras tres se desplegaban dependiendo de las características particulares del viento solar.

Fusión de dos vídeos que muestran el final de la caida libre de la cápsula de la misión Génesis y la aproximación al lugar de desde un helicóptero (JPL-Caltech; montaje: Albysol).

El primer conjunto se expuso para la recolección de muestras el 30 de noviembre, mientras que los otros conjuntos estuvieron expuestos desde 193 días (colector de eyección de masa coronal) hasta 887 días (los conjuntos en masa). Hasta entonces solo se habían recopilado 45 horas con el colector de viento solar del Apolo 16 en 1972.

Todas las bandejas se guardaron el 1 de abril de 2004 y el 22 de abril la nave espacial encendió sus cuatro propulsores para iniciar su largo viaje de regreso a través de una trayectoria inusual que la llevó más allá de la Luna (a una distancia de aproximadamente 250.000 kilómetros), la Tierra (a aproximadamente 392.300 kilómetros), y luego al punto Lagrange 2 (L2), al que llegó en julio de 2004. Girando alrededor de L2, se dirigió hacia la Tierra. Unas 5,5 horas antes de su reingreso el 8 de septiembre, la nave liberó la cápsula de retorno y encendió los propulsores para entrar en una órbita de estacionamiento alrededor de la Tierra (sobre todo por si la cápsula no se hubiera separado).

La cápsula se separó con éxito y chocó contra la atmósfera terrestre, sufriendo una fuerza de 27 g. Por desgracia, el paracaídas de frenado (que a su vez abría el paracaídas principal) no se desplegó y la cápsula impactó contra el suelo a una velocidad estimada de 311 km/h a las 17:58 (hora peninsular española) del 8 de septiembre de 2004. El tremendo golpe sobre el campo de pruebas de Dugway (Utah, EE. UU.), lugar prefijado para el aterrizaje, provocó graves años en la cápsula y la consecuente contaminación de muestras. El recipiente de muestra destrozado fue llevado a una sala limpia y, durante el mes siguiente, fue desmontado con cuidado. Se lograron etiquetar 15.000 fragmentos.

A pesar del estado de la cápsula, durante los años siguientes los científicos del proyecto pudieron recopilar una cantidad significativa de datos de los restos recuperados y publicaron resultados que detallaban, por ejemplo, la identificación de isótopos de argón y neón en muestras de tres tipos de viento solar captados por la nave espacial.

Génesis fue la primera misión de recopilación y traida de muestras del viento solar a la Tierra para su estudio. Además, se convirtió en la primera nave en regresar de más allá de la órbita lunar.


Concatenación de cuatro vídeos de la misión STEREO. El primero es el lanzamiento y los otros tres son simulaciones de la separación de ambas naves, del despliegue de los paneles solares y de la misión sobre el Sol y sus CME (estereovideos).

El 23 de septiembre de 2006 se lanzó SOLAR-B, que se renombraría como Hinode («amanecer» en japonés), a bordo de un cohete japonés MV desde Kagoshima (Japón). Esta misión internacional dirigida por la agencia espacial nipona JAXA con la colaboración de las agencias espaciales de Estados Unidos, Reino Unido y Europa orbita la Tierra de forma sincrónica con el Sol, a una altitud de unos 650 km. Su principal función es la exploración de los campos magnéticos del Sol para conocer mejor lo que impulsa la atmósfera solar y las erupciones solares, siendo su Telescopio Óptico Solar (SOT, por sus siglas en inglés) el primer instrumento espacial empleado para medir la fuerza y ​​la dirección del campo magnético del Sol en la fotosfera, la superficie de la estrella.

Además cuenta con otros dos instrumentos: el espectrómetro de imágenes EUV (EIS), y el telescopio de rayos X/EUV (XRT). Con ellos (en combinacion con el telescopio óptico) se ha querido profundizar en el conocimiento de las causas de las erupciones en la atmósfera solar y relacionarlas con el intenso calentamiento de la corona, así como los mecanismos que impulsan el flujo constante de radiación solar, el viento solar.

El satélite pesa aproximadamente 900 kg y mide 1,6 × 1,6 × 4 m, con 10 m de envergadura con sus paneles solares desplegados, los cuales proporcionan 1.000 vatios de energía.

En la actualidad Hinode se mantiene activa y se prevé que siga operativa hasta 2033.


Un mes después, en octubre de 2006, se puso en órbita la misión STEREO, sigla de Solar Terrestrial Relations Observatory («Observatorio de Relaciones Solar-Terrestres») consistente en dos sondas (STEREO A y STEREO B) con el objetivo de obtener imágenes estereoscópicas del Sol sus fenómenos, como las CMe —eyección de masa coronal— (ver «Fenómenos solares»). Con los dos observatorios, casi idénticos, uno delante de la Tierra en su órbita y el otro detrás, STEREO ha rastreado el flujo de energía y materia desde el Sol hasta la Tierra.

El 1 de octubre de 2014, las operaciones de la misión de la NASA perdieron la comunicación con una de las naves, la STEREO-B, sin embargo se reestableció la comunicación en agosto de 2016, momento en que se empezó a trabajar para recuperar el control de la nave.


A las 16:23 (hora de Madrid) del 11 de febrero de 2010 la NASA lanzó desde Cabo Cañaveral el Observatorio de Dinámica Solar, también conocido como SDO, en un cohete Atlas V. Este observatorio, que sigue una órbita geosincrónica circular a 35.789 km de la Tierra, tiene función de vigía, rastreando la actividad solar (manchas solares, erupciones solares y otros fenómenos de nuestra estrella que pueden tener un impacto en la Tierra).

La nave tuvo al lanzamiento una masa total de 3.000 kg (300 kg los instrumentos, 1.300 kg la nave y 1.400 kg el combustible). Su longitud (el eje que apunta al sol) es de 4,5 m y cada lado mide 2,2 m, mientras que su envergadura con los paneles solares extendidos es de 6,25 m. Estos paneles generan una potencia total de 1500 W.

SDO consta de tres equipos científicos:

  • HMI (cámara de imágenes heliosísmica y magnética), con el cual se amplían las capacidades del instrumento SOHO/MDI con una cobertura continua de todo el disco a una resolución espacial más alta.
  • AIA (conjunto de imágenes atmosféricas), que capta imágenes de la atmósfera solar en múltiples longitudes de onda para vincular los cambios en la superficie con los cambios en el interior. Los datos incluyen imágenes del Sol en 10 longitudes de onda cada 10 segundos. Este instrumento tiene el doble de resolución de imagen que STEREO y cuatro veces más resolución de imagen que la de la misión SOHO.
  • EVE (Experimento de variabilidad ultravioleta extrema), que mide la irradiancia ultravioleta extrema (EUV) solar con una resolución espectral, una cadencia temporal y una precisión sin precedentes. Con ello se intenta entender las variaciones en las escalas de tiempo que influyen en el clima de la Tierra y el espacio cercano a la Tierra.

La misión prevista se cumplió con éxito el 1 de septiembre de 2015, comenzando una primera misión ampliada al mes siguiente y una segunda ampliación dos años después, el 1 de octubre de 2017. Tras cumplir sus primeros diez años, el 11 de febrero de 2020, la nave se mantiene actualmente en perfecto estado y se habla que podría seguir enviando información valiosa hasta al menos el año 2030.

Esta misión pertenece al programa científico Living With a Star (LWS), en el que se incluyen entre otras, junto con la SDO, la Solar Parker Probe y la Solar Orbiter. También paticiparon en el programa las Van Allen Probes, oficialmente llamadas Radiation Belt Storm Probes (RBSP, dos naves espaciales usadas para estudiar los cinturones de radiación de Van Allen que rodean la Tierra, hasta que en 2019 (siete años después de su lanzamiento) se desactivaron por falta de combustible.

En la misión SDO la NASA ha invertido casi mil millones de dólares, pero está generando cincuenta veces más datos que ninguna otra misión de la agencia norteamericana en la historia. Ha estado observando el Sol sin parar durante más de una década y en los primeros diez años el SDO ha recopilado 425 millones de imágenes de alta resolución del Sol, acumulando 20.000.000 de gigabytes de datos. Esta información ha permitido innumerables descubrimientos nuevos sobre el funcionamiento de nuestra estrella más cercana y cómo influye en el sistema solar.

Animación del lanzamiento, en el Centro Espacial Kennedy y despliegue del Observatorio de Dinámica Solar o SDO (Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA).

Vídeo conmemorativo de los primeros díez años de observación solar del SDO (Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA; Productor: Scott Wiessinger (USRA); subtítulos traducidos: Albysol).


En 2013, el 28 de junio (según hora peninsular española), fue lanzada IRIS (siglas, en inglés, de «Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz»), pequeña misión de la NASA para observar cómo se mueve el material solar, se acumula energía y se calienta a según atraviesa la poco conocida región de la atmósfera inferior del Sol. Su estudio simultáneo del rango de temperaturas específico de la cromosfera y la región de transición a muy alta resolución es importante para comprender la dinámica del Sol y sus fenómenos.

Aunque el tiempo planificado de la misión fue de dos años, IRIS sigue activa aún recopilando datos sobre el complejo flujo de energía y plasma hacia la corona y la heliosfera.


La misión Deep Space Climate Observatory («Observatorio de Clima de Espacio Profundo»), conocida por las siglas DSCOVR, se aprobó, tras años de suspensión, como observatorio solar para reemplazar al ya viejo ACE. Su función principal es medir el viento solar para prevenir el clima espacial. Puede avisar, con cierta premura (entre 15 y 60 minutos), de posibles tormentas geomagnéticas en la Tierra causadas por oleadas de partículas y campo magnético provenientes de una CME.

El proyecto, iniciado antes de concluir el siglo XX, fue suspendido durante varios años por informes negativos de la Inspección General de la NASA, que valoró excesivo el coste en relación con los beneficios esperados de la misión. Mucho tiempo después se dio luz verde a la continuidad de la misión y el lanzamiento de DSCOVR, fijado al inicio para 2003, se produjo finalmente el 12 de febrero de 2015 (según horario de Madrid) a bordo de un Falcon 9 de SpaceX, alcanzando el punto L1 el 8 de junio de 2015, donde sigue en funcionamiento a día de hoy.

La sonda fue llamada inicialmente Triana, en honor de Rodrigo de Triana, el marinero que avistó por primera vez tierra desde primero de la tripulación de Colón en ver tierra en América desde la carabela Pinta de la expedición española que descubrió América. Su nombre se cambió al actual DSCOVR como parte de la estrategia para conseguir recuperar los fondos para el programa.


Animación de Parker Solar Probe entrando en la corona del Sol, oficialmente «tocando el Sol» (JHU Applied Physics Laboratory).

El 12 de agosto de 2018 se lanzó la nave Parker Solar Probe, una sonda de la NASA con el objetivo de sobrevolar la corona solar para su estudio y ampliar los conocimientos sobre el origen y la evolución del viento solar, contribuyendo, igualmente, al pronóstico de los cambios en el entorno espacial de la Tierra que afectan a la vida y la tecnología terrestre. Despegó a las 9:31 (hora peninsular de España), en un cohete Delta IV-Heavy desde Cabo Cañaveral (EE. UU.).

Este vídeo se tomó por la Parker Solar Probe, a principios de 2021, mientras atravesaba las estructuras de la corona llamadas serpentinas. Se usó el instrumento WISPR (Wide-field Imager for Parker Solar PRobe) de la nave espacial (NASA / Johns Hopkins APL / Laboratorio de Investigación Naval —Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA—).

La sonda Parker Solar se ha diseñado para viajar a través de la atmósfera del Sol, más de siete veces más cerca que cualquier nave espacial anterior. Para poder seguir una órbita tan próxima al Sol esta debe ser muy elíptica con el fin de reducir el tiempo que la nave pasa cerca de la estrella evitando de esta forma el deterior, en la medida de lo posible, de la sonda y sus instrumentos. La planificación inicial es la realización de 24 perihelios, el último de ellos el 19 de junio de 2025.

El 28 de abril de 2021, durante la octava órbita de Parker alrededor del Sol, la nave se aproximó a 18,8 radios solares (13 millones de kilómetros) de la superficie solar y encontró las condiciones magnéticas y de partículas específicas de la superficie crítica de Alfvén (límite entre la corona y el viento solar), lo que llevó a los científico a confirmar que la Parker Solar Probe había llevado a cabo el gran hito de entrar en la corona o atmósfera solar. El logro fue anunciado por la NASA el 14 de diciembre de ese año, y los resultados fueron aceptados para su publicación en Physical Review Letters y Astrophysical Journal. Este primer paso a través de la corona, que duró solo unas pocas horas, fue uno de los varios planeados para la misión.

Pero sin duda el momento más esperado y mundialmente difundido se produjo el día de nochebuena del año 2024, cuando la sonda se acercó al Sol más que ningún otro objeto creado por el hombre, pasando a poco más de seis millones de kilómetros (6.167.590 km) de la superficie de la estrella, concretamente a las 12:53:48, hora de Madrid. Además la nave alcanzó una velocidad a su paso de 686.718 km/h, otro récord que ninguna otra creación humana había logrado. La temperatura del escudo térmico de espuma de carbono (de 11,43 cm de grosor) alcanzó en ese momento tan crucial los 941,7 °C, manteniendo la carga útil de la nave espacial a salvo por debajo de los 30 °C.

Para hacernos una idea de estas cifras, la distancia máxima a la que llegó la sonda a la superfice solar es tan solo un 4 % de la distancia que separa al Sol de la Tierra. La velocidad adquirida superó los 190 km/s, esto es atravesar la Península Ibérica de este a oeste (de Valencia a Lisboa) en 4 segundos. En términos astronómicos, es el 0,064 % de la velocidad de la luz, lo cual es una barbaridad para nuestro tiempo.

Una señal de radiofrecuencia recibida en la madrugada del 27 de diciembre (noche del 26 en Maryland —EE.&UU.—, sede del APL) confirmó que la nave espacial había superado el encuentro sin problemas y que estaba operando con normalidad, por lo que esta misión pasó a convertirse, sin duda, en una de las más míticas de la historia de la exploración espacial.

Encuentro solar 22 de la Parker Solar Probe (NASA / JHUAPL / Steve Gribben; subtítulos traducidos: Albysol).

Este desafío comenzó en 1958, cuando los científicos postularon la necesidad de construir una nave que pudiese volar a través de la atmósfera del Sol. Ese reto casi impensable en aquel momento fue tomando forma y seis décadas después se han logrado recibir datos de una nave surcando la corona de nuestra estrella.

Los próximos pasos cercanos al Sol planificados de la nave espacial tendrán lugar el 22 de marzo, el 19 de junio, el 15 de septiembre y el 12 de diciembre, los cuatro en 2025. La nave utilizó siete sobrevuelos a Venus en los seis años de su trayectoria para cambiar su momento angular y lograr desacelear para acercarse cada vez más al Sol. Su primer sobrevuelo de Venus se produjo el 3 de octubre de 2018 y los siguientes seis se produjeron en diciembre de 2019 (2º), julio de 2020 (3º), febrero de 2021 (4º), octubre de 2021 (5º), agosto de 2023 (6º) y noviembre de 2024 (7º, último de la misión y el más cercano al planeta —317 km—).

En total desde el 6 de noviembre de 2018 (primer perihelio) hasta el 12 de diciembre de 2025 (último programado) la nave habrá realizado 26 perihelios (el más próximo y que se ha detallado antes es el n.º 22). Posiblemente, cuando culmine su último perihelio y su combustible se agote se hará girar la nave para que quede expuesta a la radiación total del Sol destruyéndose, excepto el escudo térmico, que permanecerá orbitando al Sol millones de años.

Extracto del vídeo homenaje a Eugene Parker (Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA / Joy Ng —KBRwyle—; música: «Closer to You» —Sam Cleeve [PRS], Universal Production Music.—; Univ. Chicago / Emilio Segrè; subtítulos traducidos: Albysol).

La sonda, inicialmente llamada Solar Probe Plus, fue rebautizada en 2017 como Parker Solar Probe en honor del profesor de la Universidad de Chicago (EE. UU.) Eugene Parker. En la década de 1950, Parker propuso una serie de conceptos sobre cómo las estrellas, incluido nuestro Sol, emiten energía, prediciendo matemáticamente el viento solar y adentrándose toda su vida en nuevas teorías y propuestas relativas al funcionamiento del sol y el resto de estrellas. Esta es la primera misión de la NASA que llevó el nombre de un individuo vivo. Además E.Parker fue la primera persona en presenciar el lanzamiento de una nave espacial bautizada con su nombre. La sonda solar Parker sigue viva aunque su principal promotor falleció el 15 de marzo de 2022, a los 94 años.

Parker Solar Probe tenía una masa al lanzamiento de 685 kg. Mide 3 m de alto y 1 m de diámetro (debajo del sistema de enfriamiento), y su escudo tiene un diámetro de 2,3 m. Los dos paneles solares miden 1,1 m de largo por 0,7 m de ancho, con capacidad de generar 388 vatios de energía (como un pequeño electrodoméstico). Cuenta con cuatro instrumentos científicos: el FIELDS («experimento de campos»), el IS☉IS1 («investigación científica integrada del Sol»), el WISPR («generador de imágenes de campo amplio para sonda solar») y el SWEAP («electrones, alfas y protones del viento solar»).

La nave forma parte del programa Living with a Star de la NASA, que tiene el objetivo de explorar aspectos del sistema Sol-Tierra que afectan directamente a la vida y a la sociedad. Este programa está gestionado por el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la agencia estadounidense. El Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins es el encargado de la gestión de la misión Parker Solar Probe para la NASA y fue el que diseñó y construyó la nave espacial y la opera.


Representacion artística de la Solar Orbiter mirando al Sol (Laboratorio de medios de la ESA/ATG).

La sonda Solar Orbiter, lanzada a las 5:03 (hora peninsular de España) el 10 de febrero de 2020 en un Atlas V, es una misión de la ESA, con alta participación de la NASA, con el fin de obtener datos que ayuden a entender cómo el Sol crea y controla los continuos cambios del ambiente espacial del sistema solar. La nave espacial será la primera en proporcionar imágenes de las regiones polares inexploradas polos del Sol e investigando la conexión Sol-Tierra.

Hasta esta misión, ninguna nave ha mapeado los polos solares, ya que los generadores de imágenes construidos han permanecido en el plano eclíptico, con la excepción de la sonda Ulises, pero no captó imágenes reales de esas regiones. Para «escapar» de ese plano y poder sobrevolar los polos de la estrella, Solar Orbiter usa la gravedad de Venus y la Tierra. Se planificaron sobrevuelos próximos al Sol cada seis meses, soportando temperaturas de casi 500 °C.

En la primera etapa de la misión, que duró hasta noviembre de 2021, Solar Orbiter realizó dos maniobras de asistencia gravitacional alrededor de Venus (27/12/2020 y 09/08/2021) y una alrededor de la Tierra (27/11/2021) para alterar la trayectoria de la nave espacial, guiándola hacia las regiones más internas del sistema solar. Al mismo tiempo, Solar Orbiter adquirió datos in situ para caracterizar y calibrar sus instrumentos de teledetección. En esta fase perliminar llevó a cabo un tres perihelios: el 15 de junio de 2020, a 0,5 UA, el 10 de febrero de 2021, a 0,49 UA, y el 12 de septiembre de 2021, a 0,59 UA.

Animación (acelerada 2×) que muestra las asistencias gravitatorias de Solar Orbiter alrededor del Sol para ir aumentando su inclinación (ESA / ATG medialab).

Tras completar esta fase de crucero, en noviembre de 2021 se inició la misión científica (también llamada fase nominal). La órbita de la sonda está en resonancia con Venus, por lo que visitará a nuestro planeta vecino cada pocas órbitas para seguir tomando impulso gravitatorio y aumentar con ello la inclinación de su órbita. En cada encuentro con Venus aumentará su inclinación orbital. Además de los dos sobrevuelos citados en la fase de crucero, se programó el acercamiento a Venus en tres ocasiones (04/09/2022, 18/02/2025 y 24/12/2026 —final de la fase nominal—). En esta fase nominal, la Solar Orbiter habrá llevado a cabo 10 perihelios (sin contar los tres de la fase preliminar), uno cada seis meses aproximadamente, a una distancia media de unos 0,29 UA. En su máxima aproximación, Solar Orbiter estará más cerca del Sol que la órbita de Mercurio, a tan solo 41,8 millones de kilómetros.

La misión tenía una duración prevista de siete años pero está prevista una prolongación de otros 3,5 años (hasta junio de 2030). Con los sucesivos sobrevuelos de Venus la inclinación de la nave cada vez será mayor. Así, por ejemplo, después del encuentro con Venus en 2025, su primer paso solar tendrá una inclinación de 17°, la cual aumentará a 33° durante una fase de extensión de la misión propuesta, lo que permitirá ver directamente aún más regiones polares. En la misión extendida se producirán otros tres sobrevuelos de Venus (18/03/2028, 10/06/2029 y 02/09/2030); en total ocho a lo largo de toda la misión. También se llevará a cabo nueve perihelios más (22 en el total de la misión), siendo el 06 de junio de 2030 el último de ellos con el que, en principio, se cerrará la misión.

Solar Orbiter trabaja en estrecha relación con la Parker Solar Probe, de forma que ambas proporcionarán una visión global del Sol, permitiendo, al trabajar de forma conjunta, realizar nuevas mediciones en múltiples puntos, que son útiles para seguir el desarrollo y el cambio de los flujos provenientes de la estrella.

La nave lleva un escudo protector (3 × 2,5 m de superficie y 38 cm de espesor) elaborado con finas láminas de titanio, una base de aluminio y una delgada capa de fosfato cálcico, con el propósito de salvaguardar del calor y la radiación sus diez instrumentos científicos. En este escudo hay una serie de pequeñas «ventanas» que se abren y cierran en los momentos adecuados para que cinco de estos instrumentos puedan tomar los datos necesarios, mientras que otros lo harán desde la sobra del escudo.

Como curiosidad indicar que en su fase de crucero, la sonda pasó por la cola de iones del cometa C/2019 Y4 (ATLAS) del 31 de mayo al 1 de junio de 2020 y por su cola de polvo el 6 de junio de 2020.


Representacion artística del ASOS-S (Academia China de Ciencias).

Tras casi cinco años de desarrollo de ingeniería, el 9 de octubre de 2022 a la 01:43:55 hora peninsular española se lanzó la misión china ASO-S («Observatorio Solar Avanzado Espacial»). El satélite operará en una órbita sincrónica con el sol (SSO) con una altitud de unos 720 km y un período orbital de unos 99 minutos. Se ha planificado una vida útil de no menos de 4 años.

Estudiará el origen del campo magnético solar, las erupciones solares y la eyección de masa coronal (CME), así como la posible relación causal entre los tres. Para ello cuenta con las siguientes cargas útiles:

  • El magnetógrafo vectorial de disco completo (FMG).
  • El generador de imágenes de rayos X duros (HXI).
  • El telescopio solar Lyman-Alpha (LST).

Cargas útiles científicas de la misión ADITYA-L1 (ISRO).

La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), con algunos institutos del país, lanzó la nave espacial de coronografía Aditya L12 con el fin de estudiar el calentamiento y magnetometría coronales, la aceleración del viento solar, el origen y evolución de la radiación solar UV cercana.

El despegue se produjo desde la segunda plataforma de lanzamiento del Centro espacial Satish Dhawan (SDSC) ubicada en Sriharikota (Índia), a las 8:20, hora de Madrid, del 2 de septiembre de 2023, a bordo de un cohete PSLV-XL. La masa de lanzamiento fue de 1.475 kg (siendo 244 kg la masa de carga útil). Fue solo diez días después del aterrizaje exitoso de la misión lunar Chandrayaan 3, lo que refuerza a la Índia como una potencia espacial.

La nave Aditya L1 tiene su destino en una órbita alrededor del punto L1, desde la que recopilará datos de la fotosfera, la cromosfera y la corona, las partículas energéticas solares y el campo magnético del Sol. Para ello alberga 7 cargas útiles con los siguientes objetivos:

  • Coronógrafo de línea de emisión visible (VELC): corona.
  • Telescopio Solar de Imágenes Ultravioleta (SUIT): fotosfera y cromosfera.
  • Espectrómetro de rayos X solar de baja energía (SoLEXS): observación del Sol como estrella.
  • Espectrómetro de rayos X en órbita L1 de alta energía (HEL1OS): observación del Sol como estrella.
  • Experimento de partículas de viento solar Aditya (ASPEX): viento solar.
  • Paquete de analizador de plasma para Aditya (PAPA): viento solar.
  • Magnetómetros digitales triaxiales avanzados de alta resolución: campo magnético in situ.

La misión tiene una vida útil estimada de 5 años.


El 20 de junio de 2019 la NASA aprobó aprobó dos misiones para el estudio solar y su entorno: las llamadas misión PUNCH y TRACERS.

La primera de ellas, la misión PUNCH («Polarímetro de la UNificación de la Corona y la Heliosfera») fue lanzada a las 04:10 del 12 de marzo de 2025 (según horario peninsular español) con un cohete Falcon 9 de SpaceX desde del Complejo de Lanzamiento Espacial 4 Este de la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg (california, EE. UU.). En ese mismo cohete iba también la misión SPHEREx («Espectrofotómetro para la Historia del Universo, la Época de Reionización y el Explorador de Hielos»), un observatorio espacial en infrarrojo cercano.

Tras el despliegue de los cuatro satelites de la misión PUNCH y la confirmación de la señal correcta de la constelación, se inició la misión científica en sí, una misión planificada de dos años en la que PUNCH realizará observaciones globales en 3D de la corona solar, o atmósfera exterior, y de cómo se convierte en viento solar. Con ellos se pretende obtener predicciones más precisas sobre la llegada de fenómenos meteorológicos espaciales a la Tierra y su impacto en los exploradores robóticos de la humanidad en el espacio.

Las cuatro naves espaciales, del tamaño de una maleta, están sincronizadas enviarán datos varias veces al día con destino al centro de operaciones de la misión en las oficinas del Instituto de Investigación del Suroeste (SwRI) en Boulder, Colorado (EE. UU.), datos que estarán disponibles para el público al mismo tiempo que para el equipo científico, publicándose a través de la web del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

La constelación se ubica en la órbita terrestre baja polar (sincrónica al sol), alineación amanecer/atardecer, y tras concluir su formación orbital (de 90 días de duración) dispone de una vida útil planificada de dos años.

La misión cuenta con los siguientes instrumentos:

  • Un coronógrafo de imágenes de campo estrecho (NFI), que observa el espacio cercano al sol.
  • Tres generadores de imágenes heliosféricos de imágenes de campo amplio (WFI), cada uno de los cuales cubre un ampli cuadrado de visión de hasta 45°.
  • Un espectrómetro de rayos X (STEAM) aportado por estudiantes con el que se mejorará la comprensión de las erupciones solares y ayudará a identificar por qué la corona solar es mucho más caliente que la superficie solar.

Fragmento del vídeo «Misión del Polarímetro para Unificar la Corona y la Heliosfera (PUNCH)» (SwRI).

Imágenes reales del despliegue de los satélites PUNCH (Centro Espacial Kennedy —NASA—).

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1 El acrónimo de este instumento incluye un símbolo para el Sol, un círculo con un punto dentro: ☉. La NASA sugiere pronunciar el nombre como «ee-sis» (en inglés), que fonéticamente, sería /iːsɪs/ (esa «iː» es la «i» de league y pedigree.

2 "Aditya" se deriva de Surya, una deidad hindú que representa el Sol. La designación "L1" hace referencia al punto 1 de Lagrange, que es el destino de la nave.