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Por misiones espaciales

El cometa 9P/Tempel 1 es un cometa periódico descubierto en Marsella (Francia) el 3 de abril de 1867 por el astrónomo alemán Wilhelm Tempel. Su periodo orbital actual es de cinco años y medio. Tanto su periodo como su perihelio han sufrido cambios debido a su aproximación en ocasiones a Júpiter.
Es un cometa de escaso brillo (magnitus aparente de (+11), solo visible con telescopio. Su tamaño es de 14x4 km, con un albedo muy bajo (solo refleja el 4% de la luz que recibe).
La importancia de este cometa radica en que fue el objetivo contra el que impactó el proyectil de la nave Deep Impact de la NASA con le objetivo de conocer con mayor detalle la composición interna del núcleo de un cometa.
El cometa 19P/Borrelly fue descubierto por Alphonse Borrelly durante una búsqueda rutinaria de cometas en Marsella (Francia) el 28 de diciembre de 1904.
La nave espacial Deep Space 1 realizó un vuelo en las proximidades de Borrelly el 21 de septiembre de 2001. Deep Space 1 envió a la Tierra unas excelentes imágenes del cometa y otra información científica valiosa.
Vista giratoria del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko a partir de 36 imágenes tomadas, con intervalos de 20 minutos, el 14 de julio de 2014 por la misión Rosetta a 12.000 Km de distancia (ESA/Rosetta/MPS para OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.
El Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko fue descubierto en 1969 por el científico soviético-ucraniano Klim Churiúmov, estudiando las fotografías de su colega, también soviética, pero esta de origen tajikistani, Svetlana Guerasimenko.
Tiene un periodo orbital de 6,6 años. Se ha calculado que, antes de 1840, era inobservable al estar muy alejado (perihelio de 4 UA), pero tras interaccionar con Júpiter se acercó mucho más (a 1,28 UA), donde está en la actualidad.
Está formado por dos lóbulos, pero las imágenes recogidas por la misión Roseta permiten descartar que sea un cometa binario (ambas partes se encuantran unidas por una «cintura» mientras que en los binarios las dos partes están separadas y giran una en torno a la otra). Los objetos duales como este, conocidos como «binarios de contacto» en la terminología de cometas y asteroides, no son infrecuentes.
El desgaste que se produce del hielo que une las piedras y rocas del cometa al pasar cerca del Sol hace que el cometa tienda a desarmarse. Por ello, 67P/C-G pudo ser más esférico y haber sufrido deterioro que creó esa extraña morfología.
Animación de la superficie del cometa 67P/C-G a partir de fotos de Rosetta (OSIRIS) el 1 de junio de 2016 (ESA/Rosetta/MPS; animación: Jacint Roger Perez).
Incluso el choque con otros objetos ha podido favorecer esa deformación. Es muy probable que con el tiempo, y los sucesivos desgastes, este cometa acabe desgranándose en dos partes originándose un cometa binario, pero ese grado aún no se ha alcanzado.
Otra conjetura plantea que esa forma surgió al fusionarse en una colisión de baja velocidad durante la formación del sistema solar hace miles de millones de años, cuando pequeños escombros rocosos y helados se fusionaron para, eventualmente, crear planetas. Incluso puede haberse producido por el efecto contrario: el cometa, único en origen, pudo tomar esta curiosa forma por la fuerte atracción gravitacional de un objeto grande como Júpiter o el Sol. Hay que recordar que los cometas son agregados de escombros con una fuerza interna débil (como se observó en la fragmentación del cometa Shoemaker-Levy 9) y los impactos posteriores en Júpiter de 1993.
La importancia de este cometa se basa en que fue el destino de la misión espacial europea Rosetta, lanzada el 2 de marzo de 2004, y por la que se aterrizaba por primera vez en uno de estos cuerpos, hitop que se alcanzó cuando el módulo Philae se posó sobre la superficie el 12 de noviembre de 2014, como se expuso más arriba.
Representación del choque de los fragmentos del cometa D/1993 F2 (Shoemaker-Levy 9) contra Júpiter entre el 16 y el 22 de julio de 1994 y las manchas oscuras que generaron sobre la superficie joviana. Aparece la sonda Galileo (que estaba acercándose al planeta). La rotación del planeta es una licencia artística ya que, en esos días, completó unos catorce giros completos mientras se producían los impactos (David Butler-Classroom Aid)
La historia del cometa Shoemaker-Levy 9 (D/1993 F2) es francamente curiosa. El 24 de marzo de 1993 tres doctores, Davi Ley y el matrimonio Shoemaker, buscaban, desde el Observatorio Palomar (California) asteroides NEO (Objetos Próximos a la Tierra) cuando fotografiaron, con su telescopio catadióptrico, un cometa.
Si bien en un primer momento no se le otorgó gran importacia al ser un descubrimiento casual secundario a una investigación principal, una serendipia1, llamó la atención la extrañeza del cometa por dos cuestiones: la primera es que tenía núcleos múltiples en una región de aproximadamente 50 arcosegundos de largo y 10 arcosegundos de ancho.
La segunda rareza es que el cometa estaba a solo 4° de Júpiter y orbitaba alrededor del gigante gaseoso. Era el primer cometa en el que se evidenciaba, a diferencia del resto de cometas descubiertos con anterioridad, que estaba girando alrededor de un planeta (Júpiter) y no alrededor del Sol.
Ambos hechos pusieron el foco en este cometa periódico llegando a dos conclusiones: era un cometa despedazado en múltiples fragmentos por la gravedad de Júpiter y, lo que sin duda fue la gran revelación de SL9 (como se abreviaba al cometa Shoemaker-Levy 9), su movimiento aparente indicaba que se acercaba a ese planeta. ¡El cometa iba a estrellarse contra Júpiter!
Entre 1965 y 1970 el cometa se había acercado tanto a Júpiter que había acabado siendo capturado por el campo gravitatorio de este. El 7 de julio de 1992 se había aproximado tanto que había superado el límite de Roche2, lo que había causado su fragmentación.
En julio de 1994 estudiaron su trayectoria futura y determinaron el momento del impacto de los fragmentos (los once fragmentos mayores tenían tamaños entre 2,5 y 4,3 km de diámetro, según el Hubble) con el planeta. Nunca antes se había observado el choque cuerpos de esa magnitud en el sistema solar y, además, era una oportunidad única de que se evidenciara, por la erupción con los impactos, materia del interor de la atmósfera jupiterina, ocultas por las nubes.
Impacto grabado con infrarrojos del primer fragmento del cometa SL9 (parte inferior izquierda). El punto brillante a la derecha es la luna Ío (MPI Astronomie Heidelberg).
Todos los telescopios apuntaron al planeta, incluidos Hubble, ROSAT —Satélite de Observación de Rayos X—. Los impactos sucesivos de los 23 fragmentos estaban previstos para que tuvieran lugar entre las 20:00 UTC del 16 de julio (fragmento A3) y las 07:59 UTC del 22 de julio (fragmento W). No estaba claro si producirían algún efecto visible al chocar o no.
Las primeras imágenes de la colisión del cometa Shoemaker-Levy 9 contra el planeta Júpiter se obtuvieron desde el observatorio de Canal Alto (Almería), un telescopio de 3,5 m con una cámara infrarroja, y desde alli se notificó la explosión que el fragmento A había generado en la atmósfera, lo cual fue siendo ratificado por el resto de observatorios del mundo.
El fragmento penetró en el hemisferio sur del planeta a una velocidad de 60 km/s. La sonda Galileo, que estaba próxima al evento, detectó una columna de fuego de una altura de 3.200 km (como comparativa sirva decir que nuestra atmósfera tiene unos 800 km de grosor). Al girar el planeta los observadores apreciaron una gran mancha oscura tras este primer impacto que abarcaba una superficie de 6.000 km.
Los siguientes seis días se produjeron 21 impactos. La mayor colisión la generó el fragmento G el 18 de julio a las 07:34 UTC, originando una mancha oscura gigante de más de 12.000 km de diámetro (aproximadamente el tamaño de la Tierra). Su explosión fue la equivalente a 6 millones de megatones de TNT (seiscientas veces el arsenal nuclear de la Tierra). Esta mancha negra fue visible por telescopios de aficionados.
Gracias a que los fragmentos de Shoemaker-Levy 9 al colisionar removieron los gases internos y los hicieron emerger, los científicos pudieron analizar su composición y entender mejor la estructura interna de Júpiter. Las oscuras manchas generados por estos impactos tardaron meses en difuminarse de la superficie joviana.
Los efectos de las colisiones de fragmentos de cometas fueron percibidos por la mayoría de los observatorios, así como por naves espaciales que incluían Galileo (que tenía prevista su llegada al planeta en 1996), Ulises (que un par de años atrás había pasado por el planeta) y Voyager 2 (ya situada en terreno transneptuniano).
Estos hechos fueron el impulso definitivo al programa Space Guard de la NASA, un proyecto diseñado para descubrir y estudiar los NEO, ya que se tomó en serio la hipótesis de que un impacto catastrófico contra la Tierra no era tan improbable. Después del impacto del cometa Shoemaker-Levy 9, los programas de detección de asteroides de todo el mundo recibieron mayor financiación.
Animación que muestra uno de los muchos chorros de alta velocidad que salen a cientos de km/h del cometa Wild 2 por la sublimación de su hielo por el Sol (JPL, NASA).
El cometa 81P/Wild, conocido como cometa Wild 2, descubierto por el astrónomo suizo Paul Wild en 1978, es conocido por haber sido del que, el 2 de enero de 2004, la sonda espacial Stardust recolectó muestras a partir de su coma.
El polvo cometario capturado llegó a la Tierra el 15 de enero de 2006. En esta muestra se llevó a cabo el primer descubrimiento del componente básico de la vida en un cometa, un aminoácido, concretamente glicina
Es también un cometa periódico, y su periodo orbital es de 6,408 años. Su órbita se encuentra entre las 5,308 UA de su afelio y las 1,592 UA de su perihelio.
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1 Serendipia, es una palabra adaptada del inglés serendipity, y este de Serendip, hoy Sri Lanka, por alusión a la fábula oriental The Three Princes of Serendip («Los tres príncipes de Serendip») en el que los protagonistas solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades. Se utiliza cuando se produce un hallazgo valioso de manera accidental o casual. Ejemplos de serendipia son el principio de Arquímedes (observado tras ver el agua que cayó al menterse en la bañera), el dewcubrimiento de la penicilina por Fleming por una contaminación accidental no buscada de sus placas de cultivo), e incluso la viagra, que se diseño para la hipertensión y su principal efecto se desveló tras los primeros ensayos.
2 El límite de Roche es la distancia mínima que puede soportar un objeto orbitando un cuerpo masivo, manteniendo su estructura por su propia gravedad, sin comenzar a desintegrarse debido a las fuerzas de marea que genera el cuerpo mayor. El nombre se debe al astrónomo francés Édouard Roche, que propuso este efecto y calculó este límite teórico en el año 1848.
3 Fragmento A, W, G, etc.: en la nomenclatura de los cometas, si un cometa se rompe en varios trozos, cada uno de esos fragmentos recibe la denominación del nombre del cometa original y una letra como sufijo, empezando por las mayúsculas y seguido de las minúsculas (lo cual da 52 fragmentos, cifra suficientemente grande).