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Misiones futuras a la Luna
Europa y EE. UU.
Fragmento del vídeo «¿Qué es la iniciativa Moonlight de la ESA?» (ESA).
La ESA (Agencia Espacial Europea) trabaja, en colaboración con varias empresas, en la creación del proyecto Moonlight, un único sistema de telecomunicaciones con el que podrían contar el resto de países que, pagarían por su uso en vez de gastar en sistemas propios cada uno. Este sistema, llamado por sus siglas en inglés LCNS (servicios de Comunicaciones y Navegación Lunares), tiene como propósito desplegar una red de satélites en diferentes órbitas lunares que ofrezcan un servicio de posicionamiento y telecomunicaciones permanente a módulos tripulados, róveres y otras naves robotizadas, y todo ello en contacto constante con la Tierra.
El programa Moonlight, una asociación público-privada, pretende establecer la primera constelación de satélites de Europa en la Luna dedicada a servicios de telecomunicaciones y navegación en la Luna, con más de 400 misiones lunares planificadas por agencias espaciales y empresas privadas en las próximas dos décadas. Los satélites Moonlight LCNS se ubicarán estratégicamente para priorizar la cobertura del Polo Sur lunar, donde la actividad será mayor teniendo en cuenta que alberga una fuente potencial de agua, oxígeno y combustible para cohetes.
Moonlight se iniciará con el lanzamiento del satétile de retransmisiones Lunar Pathfinder que comenzará a operar, previsiblemente, en 2026. La nave espacial será lanzada en un cohete Falcon 9 y llevada a la órbita lunar por el módulo de aterrizaje Blue Ghost (mision 2) de Firefly Aerospace a través del programa CLPS de la NASA. Lunar Pathfinder será la precursora de la constelación completa LCNS (que constará de tres o cuatro satélites).
Además de sus capacidades de comunicación, la nave lunar Pathfinder llevará también dos experimentos de la ESA, uno para probar la posibilidad de utilizar los satélites de navegación existentes para el posicionamiento en la Luna y otro (miniRMU) para monitorear el clima espacial y estudiar los niveles de radiación alrededor de la Luna.
Animación del aterrizaje en la Luna del módulo logístico lunar Argonaut (ESA).
Después de esta nave los servicios Moonlight se implementarán gradualmente, con operaciones iniciales a fines de 2028 y operaciones completas para 2030.
Además, se aprobó el programa Terrae Novae («nuevas tierras» en latín), nombre con el que se busca una referencia a los nuevos mundos de los tresw destinos de exploración de la ESA: la órbita terrestre baja, la Luna y Marte. Así, Terrae Novae prevé misiones a esos mundos, como por ejemplo Argonaut, en la luna, o Rosalind Franklin, en Marte.
Argonaut será un módulo de aterrizaje lunar multimisión para transportar cargas científicas, infraestructuras, róveres, o exploradores, durante la década de 2030. Se enviará a bordo de un cohete Ariane 6 desde Kourou, Guayana Francesa (Francia). Cada misión Argonaut tardará entre una semana y un mes, desde su lanzamiento hasta su aterrizaje, en función de las órbitas y del diseño de la misión. La nave espacial podrá aterrizar en cualquier región de la Luna.
Esta nave de carga pesará unos 10.000 kg, con un atmaño de 4,5 m de diámetro y hasta 6 m de altura, y podrá transportar hasta 1.500 kg de carga útil. Posee una precisión de aterrizaje de entre 50 y 100 m.
Argonaut (argomautas en español) continúa la tradición de dar nombres de la mitología griega a las misiones lunares (al igual que Apolo y Artemisa); los argonautas eran los marineros del barco Argo (argonauta significa «marineros del Argo») que llevaron a Jasón en busca del vellocino de oro. Cada misión individual que use este servicio de entrega lunar de la ESA llevará el nombre de un míticos argonautas.
Vídeo de descripción general de Gateway (Centro Espacial Johnson de la NASA).
Los astronautas de Artemis IV vivirán y trabajarán en la primera estación espacial lunar de la humanidad, la Plataforma Orbital Lunar Gateway (LOP-G por sus siglas en inglés, Lunar Orbital Platform), también conocida como Lunar Gateway o simplemente Gateway, es un proyecto de estación en órbita lunar liderado por la NASA en colaboración con la ESA, la JAXA y la CSA (Agencia Espacial Canadiense), entre otros. Su existencia será fundamental pata las misiones lunares pero también para las destinadas a Marte.

Gateway será la primera estación espacial en órbita lunar. Incluirá puertos de acoplamiento para una variedad de naves espaciales visitantes, espacio para que la tripulación viva y trabaje, e investigaciones científicas a bordo para estudiar heliofísica, salud humana y ciencias de la vida, entre otras áreas.
Los dos primeros elementos de Gateway, que se lanzarán juntos en un vehículo de lanzamiento comercial, son: el elemento de potencia y propulsión (PPE) y el puesto avanzado de vivienda y logística (HALO), junto con Lunar Link. Dicho lanzamiento está previsto para Está previsto para 2025.
PPE, el elemento de energía y propulsión, es una nave espacial de propulsión eléctrica solar de alta potencia de 60 kilovatios, mientras que HALO es donde los astronautas vivirán y realizarán investigaciones.
El cohete en que irán acoplados es un Falcon Heavy de SpaceX y el lanzamiento está previsto para noviembre de 2024, desde el Complejo de Lanzamiento 39A en Kennedy.
La ESA contribuye con tres elementos clave al Gateway, llamados Lunar I-Hab, Lunar View y Lunar Link. El Lunar I_Hab, que será impulsado por la nave espacial Orion, es un módulo presurizado, de unos 10 metros cúbicos de espacio habitable, que proporcionará alojamiento a los astronautas que visiten el Gateway, incluidos múltiples puertos de atraque para vehículos de atraque, así como otros módulos. Lunar View es un módulo de reabastecimiento de combustible de la ESA para el Gateway, y contendrá las únicas ventanas grandes de la estación lunar (de ahí su nombre). El Lunar Link es un elemento de telecomunicaciones autónomo que aportará servicios de comunicación entre el Gateway y los vehículos lunares, módulos de aterrizaje y satélites en la Luna y sus alrededores.

Tras el estudio de los datos que se obtengan de la misión Artemis I, la NASA tiene prevista la misión Artemis II, una nave con cuatro tripulantes que sobrevolarían la Luna, y la gran misión Artemis III, con la que pretende volver a llevar humanos a la superficie lunar. La cápsula de Artemis III en que irán los cuatro tripulantes será la Orión. A ella seguirían las misiones Artemisa IV y V, y varias más (Artemis VI a XI) propuestas para los siguientes años. El objetivo del programa Artemis es establecer una presencia humana sostenible a largo plazo en la luna (órbita y superficie) con el fin de poder ensamblar allí las naves de otras misiones, con vistas a la futura colonización de Marte.
En las fases preliminares, en 2011, el lanzamiento de Artemis II se situó entre 2019 y 2021, pero la fecha se ha ido postergando una y otra vez: primero a 2023, luego a 2024 (primero mayo y luego noviembre), y a 2025 (septiembre). De momento la última fecha propuesta es abril de 2026.
Artemisa III también ha ido retrasando la fecha de su lanzamiento; según el anunció el administrador de la NASA, Bill Nelson, el 5 de diciembre, en la rueda de prensa del 5 de diciembre de 2024, no solo se aplazaba la fecha previata para Artemisa II, sino que indicó tambén que la misión de alunizaje Artemisa III no se llevaría a cabo antes de mediados de 2027.
En la reentrada de la cápsula Artemis I en la atmósfera terrestre se generó un daño en el escudo térmico mayor al que cabía esperar, lo cual ha sido un factor decisivo en el retraso del programa, si bien también han contribuido a los aplazamientos la detección de fallos en el sistema de soporte vital de la cápsula, problemas de las baterías con las vibraciones del sistema de escape de emergencia (la función de este sistema es alejar la cámara del cohete en caso emergencia), el deterioro de la plataforma tras el lanzamiento del cohete SLS, los problemas de la Starship de SpaceX, que es el aterrizador del Artemis III, e incluso la dificultad en el diseño y elaboración de los trajes espaciales de Axiom Space.
Artemis IV, planificada para iniciarse en 2026 no lo hará antes de 2028, generando una cascada de retrasos en el resto de misiones Artemis (Artemis V ya no saldrá en 2027 y parece que los años indicados para el resto (2028-2033) tampoco se cumplirán, obviamente.
Por otro lado, lo que se daba por hecho, que el cohete que se iba a usar era el SLS, parece que tampoco será así, ya que es casi un hecho la cancelación del citado cohete (tras su uso en Artemisa II) por una desmesurada desviación presupuestaria y un diseño que ha quedado ya obsoleto, teniendo en cuenta que no es un cohete recuperable, como sí lo es, por ejemplo el Falcon Heavy de SpaceX, que parece, a todas luces, que será el que finalmente se emplee en el lanzamiento de la nave Orión. También se ha puesto sobre la mesa descartar la nave Orión y ceder el paso a la Starship de SpaceX, pero esto llevaría más tiempo y daría demasiado protagonismo a una misma compañía privada en la misión. En todo caso, la adaptación del cohete Super Heavy a la cápsula delo programa exigirá, sin duda más tiempo y nuevas prórrogas, ya sea en Artemis III o si el relevo es inmediato, en Artemis II.
Estos retrasos parece que están desnivelando a favor de China la nueva carrera espacial del aterrizaje humano del siglo XXI en la Luna, lo que podría confirmar un cambio de supremacía muncial en el espacio.
CLPS
Parte importante del programa ARTEMIS de la NASA es el llamado CLPS (Commercial Lunar Payload Services, —«servicios comerciales de carga útil lunar»—). Consiste en un proyecto por el que, mediandoe la subvención de empresas privadas, la NASA «delega» el diseño y construcción de módulos de aterrizaje lunar, de forma que se reduce el gasto presupuestario y se favorece la participación del capital privado en el objetivo final de la agencia estadounidense.
En el marco de este programa CLPS de la NASA, Estados Unidos programó lanzar cinco o seis misiones a la superficie de la Luna en 2024, aunque finalmente se lanzaron dos (el resto quedaron pospuestas a 2025): el primer módulo lunar Peregrine 1, de Astrobotic, con un final no deseado, y la misión IM-1, de Intuitive Machines, con un éxito parcial. Para 2025 se planificaron las siguientes misiones: Blue Ghost Mission 1 (Firefly), Griffin Mission 1 (Astrobotic), Blue Moon Mark 1 (Blue Origin) e IM2 e IM-3 (Intuitive Machines). Esta última (IM-3) posiblemente pase a lanzarse a inicios de 2026.
En 2026, junto con IM-3, se enviarían a la Luna Blue Ghost Mission 2 y la primera misión de Draper, mientras que al año siguiente se mandaría IM-4 y un año después, ya en 2028, la tercera misión Blue Ghost. Todo ello según la línea de tiempo publicado en el dosier entregado a la prensa con fecha 25 de febrero de 2025.
Así, en 2025, además de las ya enviadas Blue Ghost M1 e IM-2, se lanzarán las misiones Blue Moon Mark 1, de Blue Origin, que transportará una carga CLPS al Polo Sur lunar, y Griffin Mission 1, de Astrobotic, también hacia el polo Sur. Esta última se fue retrasando para dar más tiempo a Astrobotic para los test de su lanzador mediante un Falcon Heavy, de SpaceX, desde la rampa 39A del KSC. El módulo lunar Griffin, de 4,5 m de diámetro y 2,5 m de alto, tienen una estructura robusta y a la vez sencilla para facilitar la integración de la carga útil, con una capacidad de 625 kg. Se apoya sobre 4 patas que absorben el impacto del aterrizaje.
Simulación de la misión Griffin/VIPER —VIPER se canceló en julio de 2024— (Astrobotic; mezcla y subtítulos: Albysol).
Esta primera misión Griffin iba a albergar, como la carga útil principal, el rover de la NASA llamdo VIPER (Volatiles Investigating Polar Exploration Rover, «rover de exploración polar para la investigación de volátiles») de la NASA. Era un vehículo de 450 kg y unas dimensiones de 1,5 x 1,5 x 2,5 metros, cuya velocidad máxima alcanzaría los 0,72 km/h y tendría una vida úril de unos 100 días. VIPER llevaba un taladro TRIDENT, parecido al de la misión IM-2, que, junto con el espectrómetro Msolo, tenía por función la búsqueda de volátiles en el polo sur lunar hasta un metro de profundidad. Cargaba, además, el espectrómetro infrarrojo NIRVSS para analizar el regolito.
Sin embargo, el que iba a ser el primer vehículo lunar de la NASA tras el programa APOLO se canceló. El róver ya estaba ensamblado casi totalmente y estaba siendo testado antes de su lanzamiento cuando llegó la noticia. La decisión se tomó tras los retrasos de última hora con VIPER y con el vehículo de lanzamiento de Griffin, que desplazó el momento del lanzamiento a septiembre de 2025 para poder probar el sistema de propulsión. Estos retrasos incrementaban el presupuesto por encima del 30% legal, lo cual obligaba a NASA a cancelarlo o pedir más dinero al Congreso, cuestión casi imposible en esos momentos, por lo que la agencia norteamericana optó por la primera opción, con la indignación de la comunidad espacial. Ahora la NASA piensa usar componentes de VIPER para futuras misiones lunares (o quizá pueda retomarse más adelante, a cargo de Intuitive Machines). De momento la misión 1 Griffin sigue adelante con idea de lanzarse en la citada fecha, y llevará a bordo cargas útiles de la NASA, la ESA y Astrobotic.
El róver VIPER se sustituyó por un sistema alternativo al vehículo: PRIME-1 (Polar Resources Ice Mining Experiment-1, «experimento de minería de hielo de recursos polares-1»), una entrega de CLPS que también utiliza un taladro y un espectrómetro de masas para medir el contenido volátil de los materiales del subsuelo. PRIME-1 fue incluido en la segunda misión de Intuitive Machines.
El tercer módulo lunar de Intuitive Machines, el NOVA-C de la misión IM-3 (CLPS-5), será lanzado, como hemos visto, a finales de 2025 o inicios de 2026, con el mismo cohete y zona de despegue que sus gemelos y con Reiner Gamma, en el Oceanus Procellarum, cerca del ecuador lunar, como destino. Este contrato incluye una demostración de tecnología robótica de enjambre, con el despliegue de cuatro pequeños exploradores autónomos. Además portará dos cargas útiles internacionales: un detector de radiación, desarrollado por el Instituto de Astronomía y Ciencia Espacial de Corea (KASI), y un retrorreflector accionado, proporcionado por la ESA para obtener mediciones de distancia Tierra-Luna de alta resolución.
La segunda misión de Firefly, (Blue Ghost Mission 2), será lanzada en 2026 con dos cargas útiles de la NASA: un aterrizador, que se posará en la cara oculta, y un orbitador lunar, que es un satélite de comunicaciones y retransmisión de datos a la órbita lunar; este es una colaboración de la ESA con la NASA. Como parte de esta misión, Firefly proporcionará un servicio de calibración de frecuencia de radio a una carga útil de transmisor de radio desde la órbita lunar.
Ese mismo año, despegará la primera misión del módulo lunar Series 2, Draper CLPS Mission 1, de la compañía Draper, conjuntamente con ispace Technologies US y Karman Space & Defense. Juntos, entregarán tres cargas útiles científicas patrocinadas por la NASA en la cara oculta de la Luna, cuenca de Schrödinger, cerca del Plo Sur lunar, como parte de la orden de trabajo CP-12 de CLPS. Será la primera sonda estadounidense en alunizar en la cara no visible de la Luna. Este aterrizador lunar se llama APEX 1.0, pesa 300 kg y mide 3,3 m de alto y 4,5 de ancho. Entre los instrumentos científicos que portará cuentan con un sismómetro y un taladro.
Draper, el contratista principal, proporciona el sistema de guía, navegación y control de descenso (GN&C) para el módulo de aterrizaje lunar y la gestión general del programa, la ingeniería de sistemas, la integración y las pruebas, y la garantía de la misión y la calidad. Por su parte, ispace-EE. UU. es el encargado del diseño y el operador de la misión, aprovechando su módulo de aterrizaje lunar APEX 1.0, fabricado en EE. UU. Karman Space & Defense lidera la fabricación, el ensamblaje, la integración y las pruebas del módulo de aterrizaje.
La misión IM-4, la cuarta de Intuitive Machines, programada para 2027, aterrizará en Mons Mouton, cerca del Polo Sur lunar, y llevará seis cargas útiles de la NASA con el objetivo de investigar los efectos de la radiación en los procesos biológicos, comprender las propiedades térmicas y la composición mineral de las rocas y el polvo lunares, estudiar las interacciones entre la superficie y la columna de vapor del motor e identificar sustancias volátiles, como el agua y el oxígeno en la superficie lunar.
Ya para 2028, la Blue Ghost Mission 3 entregará seis cargas útiles de la NASA a Gruithuisen Domes, en el lado visible de la Luna.
También se trabaja en IM-C1 (una misión comercial de Intuitive Machines) y ya está en estudio el desarrollo de nuevos modelos de aterrizador, como el NOVA-D y el NOVA-M. De hecho, la empresa podría hacerse cargo del róver VIPER de la NASA, cuyo envío ya se ha modificado en varias ocasiones; en agosto de 2024, Intuitive Machines propuso una misión para enviar este róver a la Luna en un módulo de aterrizaje Nova-D, cuyo lanzamiento sería para finales de 2027 como mínimo.
Para cargas útiles grandes, Lunar Outpost está desarrollando el Heavy-Lift MAPP (HL-MAPP), que podría acomodar hasta 200 kg de carga útil y podrá operar independientemente de un módulo de aterrizaje lunar, con comunicaciones directas a la Tierra. Con una velocidad máxima de propulsión de 40 cm/s el HL-MAPP podrá recorrer decenas de kilómetros cuando se lleve a cabo su misión.
China
China continuará con su proyecto Chang'e, en su cuarta fase, la de crear una estación robótica de investigación lunar. Tras el lanzamiento de la Chang'e-6, está programado que en 2026 la Chang'e-7, integrada por orbitador lunar, módulo de aterrizaje, róver y minisonda voladora, aterrice en al cráter Shackleton para explorar en profundidad el polo sur lunar en busca de recursos (es importante mencionar que Shackleton es también un sitio candidato para Artemis III, el que será primer alunizaje tripulado de la NASA desde 1972).
Chang'e-7 llevará seis instrumentos científicos desarrollados por seis países y una organización internacional: Egipto, Bahréin, Italia, Rusia, Suiza, Tailandia y la Asociación Internacional de Observatorios Lunares. Los instrumentos son una cámara hiperespectral lunar (Egipto y Bahréin), retrorreflectores láser (Italia), un instrumento de campo eléctrico y polvo lunar (Rusia), un espectrómetro de dos canales (Suiza y China), un telescopio lunar (la asociación internacional) y un paquete de sensores para el monitoreo global del clima espacial.
La CNSA (Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China) concluiría esta fase enviando en 2028 la Chang'e-8, cuyas misiones de estudio lunar aún no han sido aclaradas, pero parece que también apuntan al polo sur y con la experimentación del empleo de recursos in situ (la misión derretiría el suelo lunar para producir ladrillos que los robots podrían utilizar para ensamblar estructuras), además de pobar la viabilidad del uso de plantas y microbios como soporte vital.
Simulación de la misión tripulada china a la Luna y datos sobre los nombres (CCTV Video News Agency). Vídeo completo.
Paralelamente, China trabaja hace tiempo en el objetivo de llevar astronautas a la superficie lunar. El orbitador y el módulo de descenso lunar, con el que los taikonautas se posarán sobre la luna por primera vez, ya tienen nombre: se llaman, Mengzhou, y Lanyue, respectivamente. La CMSA explicó, en un comunicado la razón y el sentido de ambos nombres: Mengzhou («barco de los sueños») simboliza el «sueño chino de un nuevo viaje de exploración espacial», mientras que Langyue («abrazando la Luna») está tomado del poema del presidente Mao Puedes pasar hasta nueve días para abrazar la luna, «que demuestra la audacia y la confianza del pueblo chino al explorar el universo y aterrizar en la Luna», expone la publicación, que indica que las propuestas de los nombres provinieron de un concurso popular en el que contribuyeron 2.000 personas con sus sugerencias. Dicho artículo concluye confirmando que ambos vehículos, así como el Larga Marcha 10 que los impulsará, «han entrado por completo en la etapa de desarrollo del prototipo preliminar y todo el trabajo avanza sin problemas».
Mengzhou, de 9 m de largo, 4,5 m de diámetro y 22 toneladas de peso, consta de un módulo de tripulación de regreso a la Tierra y un módulo de servicio desechable para proporcionar propulsión y soporte vital al anterior durante su viaje. Parece que tiene capacidad para albergar a seis astronautas, o tres y 500 kg de carga. En principio, la idea es que portará a tres astronautas que viajaran desde la Tierra a la Luna; dos de ellos alcanzarán la superficie de nuestro satélite a bordo de Lanyue, y volverán en él a Mengzhou, que los traerá de vuelta a la Tierra. El proyecto parece que usará dos lanzamientos, dos cohetes Larga Marcha 10 (o su variante CZ-10), uno con el orbitador y el otro con el aterrizador.Ambos vehículos se acoplarían en la órbita lunar y dos de los tres astronautas pasarían a Lanyue para descender a la superficie.
En el cronograma del gigante asiático está previsto llevar a cabo una primera misión tripulada alrededor de la Luna con la nave Mengzhou (la equivalente de Artemisa II) para 2027 o 2028. El alunizaje tripulado se daría en 2030 sobre el polo sur lunar en el que, más adelante, se llevaría a cabo la construcción de una base con la cooperación internacional.
En esta misión histórica se incluirá un un róver de unos 200 kg de peso que se moverá sobre cuatro ruedas para desplazar a dos astronáutas en sus exploraciones y recogidas de muestras en un radio de 10 km.
Recreación y hoja de ruta de la Estación Internacional de Investigación Lunar —ILRS— (CGTN /CNSA; Roscosmos). Vídeo completo.
En cuanto a la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, las siglas del nombre en inglés International Lunar Research Station), la nación asiática tiene previsto el inicio de su construcción, en el polo sur lunar, en 2035, y para ello contará con participación internacional. Si bien el programa ILRS está claramente liderado por China y tiene a Rusia como socio principal, se han ido añadiendo países y organizaciones con diferentes niveles de participación. Entre estos se encuentran Venezuela, Sudáfrica, Acerbaiyan, Pakistán, Bielorrusia, Egipto, Serbia, etc., hasta sobrepasar la decena. Por lo que respecta a organizaciones, el programa cuenta con APSCO (Organización de Cooperación Espacial Asia-Pacífico), nanoSPACE AG (Suiza), ILOA —Hawái— (Asociación Internacional del Observatorio Lunar), NARIT (Instituto Nacional de Investigaciones Astronómicas de Tailandia), etc.
Las tres etapas para llevar a cabo esta obra de ingeniería son:
- Fase de reconocimiento (2021-2025): incluye misiones como las chinas Chang'e-4, Chang'e-6 y Chang'e-6 y las rusas Luna 25 (que fracasó), Luna 26 (un orbitador) y Luna 27 (un aterrizador). En general no fueron diseñadas como parte del programa ILRS, pero se han aprovechado para el mismo.
- Fase de construcción (2026-2035): en esta fase se llevarían a cabo la verificación tecnológica y la entrega masiva de carga.
- Fase de utilización (a partir de 2036), con el empleo de la estación para investigación lunar, apoyo a misiones lunares tripuladas y mantenimiento y reconfiguración de la misma según necesidades.
En todo caso, la intención de llevar humanos a la Luna y crear una pirmera base china en nuestro satélite será un hecho y la única duda es la fecha en que el primer astronauta del país asiático pise el regolito.
India, Japón e Israel
Representación del muestreo y análisis del rover de LUPEX (JAXA).
Además de la misión oficial SLIM de la JAXA, que logró posarse sobre la Luna en enero de 2024, la agencia espacial japonesa, en colaboración con la agencia india ISRO, ha presentado la misión LUPEX (Lunar Polar Exploration Mission), una iniciativa destinada a explorar el polo sur de la Luna en busca de agua y otros recursos y adquirir experiencia en la exploración de la superficie de la Luna. No solo buscarña obtener datos reales de la cantidad de agua en las zonas donde se espera su existencia sino conocer la distribución, las condiciones, la forma y otros parámetros de los recursos hídricos lunares.
El año de lanzamiento según la web de JAXA es 2025, aunque otras fuentes no son tan optimistas. Este se llevaría a cabo por medio del cohete nipón H3 desde el Complejo de Lanzamiento Yoshinobu (LC-Y), en el Centro Espacial Tanegashima (Japón). El módulo de aterrrizaje esta siendo diseñado por ISRO, que lo construirá e incluirá un vehículo explorador de 350 kg construido por JAXA. Son varios los instrumentos científicos de la misión construidos por una u otra agencia y, también, uno de la ESA, el EMS-L (Exospheric Mass Spectrometer for LUPEX —«espectrómetro de masas exosféricas para LUPEX»—). La misión está preparada para una vida útil de al menos tres meses.
En la misión se incluye un rover que, además de observar la superficie lunar, estudiará hasta una profundidad de 1,5 m, lo que permitirá detectar posibles recursos hídricos en la zona. El propio vehículo perforará el regolito donde detecte hidrógeno, tomará muestras, retirará, por calentamiento las sustancias volátiles, y analizará la composición química, determinará la cantidad de agua y realizará análisis isotópicos.
En japón, se mantiene la iniciativa con inversión privada; concretamente, la empresa ispace, que envió en 2022 a HAKUTO-R Mision 1, con un final desafortunado, y la misión HAKUTO-R M2 en enero de 2025, tiene programada una tercera fase, HAKUTO-R M3, y las posteriores, con el propósito de construir una plataforma de servicios de transporte de información lunar y de tierra a luna centrada en la exploración de recursos hídricos.
ispace continúa desarrollando róveres más pequeños y livianos, y en el futuro se espera que múltiples microrróveres serán transportados a la superficie lunar para exploración y recopilación de datos. En cuanto a los módulos, el primero de los módulos de segunda generación de ispace, construidos en Estados Unidos por Draper, podrá llevar hasta 500 kg a la superficie lunar.
Y volviendo a la agencia india ISRO, en noviembre de 2023 reveló el proyecto de una misión de retorno de muestras lunares. Es la Chandrayaan-4, que será lanzada a finales de la década de 2020. Será a bordo de un cohete GSLV o uno LVM3, ambos de origen indio, desde Satish Dhawan Space Centre (SDSC), en Sriharikota (India).
La misión constará de cuatro módulos: el módulo de transferencia (TM), el módulo de aterrizaje (LM), el módulo de ascenso (AM) y el módulo de reentrada (RM). Alunizaría cerca de donde lo hizo Chandrayaan-3 (Shiv Shakti Point) y tendría una duración prevista de un día lunar (27 días terrestres).
Chandrayaan-4 es parte de un ambicioso proyecto en el que la India pretende establecer una estación espacial (llamada estación Bharatiya) para 2035 y enviar un hombre a la Luna en 2040, según pidió el primer ministro Narendra Modi.
Otro país que busca su lugar en la «conquista» lunar es Israel, que después de su fracasado proyecto de 2019 (la sonda Beresheet se estrelló contra la superficie lunar) vuelve a la carga con un nuevo proyecto, la misión Beresheet 2 desarrollado por la empresa SpaceIL. El proyecto está apoyado por el estado israelí y por la empresa IAI. Incluye tres vehículos: un orbitador y dos sondas de aterrizaje plegadas en su interior. La nave tiene previsto su lanzamiento en 2025.
Rusia


Por su parte, a pesar del duro golpe sufrido por el fracaso de Luna 25, Rusia ya tiene en proyecto las siguientes misiones de la agencia espacial Roscosmos: Luna 26, 27 y 28, previsiblemente en 2027, 2028 y más allá de 2030, respectivamente. Son misiones adicionales para colaborar en la base lunar no tripulada ILRS liderada por China.
A partir de 2028 se podría producir el lanzamiento de la nave Orel (también llamada Oryol) de Roscosmos que volvería a llevar a astronautas rusos a la superficie lunar. La nave lleva el nombre («Орел» en ruso, que se traduce como «águila» en español) del primer velero militar (1668) de bandera tricolor rusa, construido por Alexei Mikhailovich Romanov, el zar Alexis o Alejo I de Rusia del siglo XVII. Según el artículo «Roscosmos ha decidido cambiar el nombre de la nueva nave espacial Читайте больше на https://www.pravda.ru/news/science/1432996-roskosmos/» del diario ruso Pravda, tenía previsto su vuelo de prueba no tripulado para 2022, y uno tripulado a la ISS en 2024. De momento el proyecto se ha ido retrasando y la Federación de Rusia tampoco difunde demasiada información al respecto. En octubre de 2024 Roscosmos mostró nuevas imágenes de la nave tripulada, que aunque aún no son ejemplares de vuelo, los modelos dinámicos no suelen ser muy diferentes a los ejemplares de vuelo finales.
La misión L1 (primer lanzamiento de Orel) se ha retrasado hasta marzo de 2028, de momento. Será una misión sin tripulación. Ese mismo año, entre julio y octubre, despegarían las misiones L2 y L3, ya sí tripuladas, cuyo propósito sería el acoplamiento a la incipiente estación espacial ROS. A estos lanzamientos le seguirían una o dos naves Orel cada año (una en 2029, dos en 2030, una en 2031, etc.). La primera (no tripulada) con destino a la Luna se llevaría a cabo en la década de 2030.